Después de que General Motors anunciara el viernes que se veía obligada a echar el cierre de forma "ordenada y responsable" a su filial sueca por el fracaso de las negociaciones para su venta, la multinacional estadounidense volvió a recibir este fin de semana ofertas por Saab de la compañía sueca Koenigsegg y del fabricante holandés Spyker Cars. "Vamos a valorar cada una de las propuestas pero hasta que no concluya ese proceso de evaluación no haremos comentarios", dijo ayer Chris Preuss, portavoz del consorcio en un breve comunicado.

El fabricante de coches deportivos de lujo holandés confirmó que si cierra un acuerdo se compromete a garantizar el futuro de la marca escandinava y los 3.000 puestos de trabajo. La nueva propuesta vencía ayer a las cinco de la tarde (las once de la noche en España) sin que al cierre de esta edición General Motors hubiera tomado una decisión.

A pesar de que la firma que dirige Fritz Henderson no ha comentado los motivos de la ruptura de las negociaciones con Spyker, el The New York Times aseguraba ayer, citando fuentes cercanas a la operación, que la multinacional está preocupada por lo que pueda llegar a pasar con la tecnología de Saab, ya que el magnate ruso Vladimir Antonov está en posesión de casi el 30% de la compañía holandesa.