La irrupción del vehículo eléctrico y su encaje en el entramado industrial de las empresas de componentes en España son conceptos que van de la mano. Gestamp, la compañía que preside Fransico J. Riberas, tiene claro que la apuesta de futuro pasa por apelar al «sentido común» en la transición del sector del automóvil hacia la movilidad sostenible, velando por la competitividad de la industria española.

En una visita a la planta de producción de Gestamp en Bielefeld, Alemania, Riberas aprovechó para señalar que «España es un país que no se puede permitir a largo plazo vivir del sector servicios y el turismo». El presidente de Gestamp ha pedido buscar el modo de «potenciarlo» y de «no complicarlo con prohibiciones».

Según el directivo, si en España se mantiene la producción de vehículos actual, es posible que los eléctricos supongan un 20% del total en el futuro, unos 500.000 vehículos anuales. Para ello, Riberas ha pedido «apostar por medidas que permitan liderar» y ha advertido que se está tomando una «posición defensiva mientras que en otros entornos, como China, apuestan decididamente por los eléctricos».

En cuanto a la producción de baterías, cree que «tendría mucho sentido» que se produjeran en el futuro en España para abastecer la demanda independientemente del país de procedencia del fabricante.

Riberas reconoce que este año sus ingresos descenderán ligeramente respecto al 2018 aún como consecuencia de la caída de ventas y de demanda en Europa. La electrificación se presenta como una gran oportunidad para que Gestamp siga liderando en el sector gracias a sus procesos y a nuevos productos, como la caja de las baterías. La compañía espera posicionarse entre los fabricantes por sus soluciones a la hora de crear componentes más ligeros y seguros, algo clave en eléctricos, gracias a procesos como la estampación en caliente y al uso de materiales como el aluminio.