El Consejo de Ministros aprobó ayer tres anteproyectos de ley para impulsar algunas de las medidas fiscales que más dudas despiertan sobre su capacidad para recaudar un total de casi 2.900 millones, según lo esperado por el Ministerio de Hacienda. Con la aprobación del anteproyecto de ley para la creación del nuevo impuesto sobre determinados servicios digitales, España se convierte en el primer país de la UE en impulsar la puesta en marcha de una tasa Google sobre la que aún no existe consenso entre los países del euro. La creación de este tributo tiene asociada una previsión de ingresos de 1.200 millones para el año próximo. Además, con el anteproyecto para poner en marcha un impuesto sobre transacciones financieras España se suma al grupo de países que, junto a Francia e Italia, están tirando del carro de la tasa Tobin en la Unión Europea. Con él pretende el Gobierno una recaudación extra de 850 millones en el 2019.

El tercero de los anteproyectos se refiere a la ley de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal con el que se busca recaudar 828 millones adicionales gracias, además, a la ampliación en 200 funcionarios de la plantilla de la unidad contra el fraude en grandes patrimonios.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, explicó que estos borradores se someterán a partir de ahora al procedimiento de información pública con el propósito de poder remitir al Parlamento los correspondientes proyectos de ley al mismo tiempo que el de Presupuestos Generales del Estado del 2019, a principios de diciembre.

El propósito del Gobierno es solicitar la tramitación por la vía de urgencia de estos tres textos legales con el fin de poder acompañarla a la del proyecto de Presupuestos de modo que la aprobación definitiva pudiera producirse a finales de marzo, como muy tarde. Previsiblemente, los nuevos impuestos empezarían a aplicarse a partir de ese momento. En Hacienda aclaran que las previsiones de recaudación han tomado en cuenta este hecho.

Siguiendo el modelo ya adoptado por países como Francia e Italia, la nueva tasa Tobin española se configura como un impuesto indirecto que gravará con un 0,2% las operaciones de adquisición de acciones de sociedades españolas. El gravamen se aplicará con independencia de la residencia de los agentes que intervengan en las operaciones o del lugar en que se negocien, siempre que sean empresas cotizadas y que el valor de capitalización bursátil de la sociedad sea superior a los 1.000 millones de euros. El sujeto pasivo es el intermediario financiero que transmita o ejecute la orden de adquisición.

Entre las adquisiciones que estarán exentas de dicho gravamen, destacan operaciones del mercado primario, las necesarias para el funcionamiento de infraestructuras del mercado, las de reestructuración empresarial, las que se realicen entre sociedades del mismo grupo y las cesiones de carácter temporal, así como las de deuda .

DINERO PARA PENSIONES / La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aclaró que el impuesto también se aplicará a las operaciones intradía de compraventa de títulos y que el tributo se liquidará mensualmente. Con esta nueva figura, Hacienda pretende obtener una recaudación extra de 850 millones de euros en el 2019, una cantidad que se destinarán a financiar las pensiones y el sistema de protección de la Seguridad Social. El impuesto sobre determinados servicios digitales quiere propiciar que las empresas tributen allí donde generan beneficios. Las empresas objeto de este impuesto serán aquellas con un importe neto de su cifra de negocios superior a los 750 millones de euros a nivel mundial y que superen los tres millones de euros en España. El impuesto del 3% gravará la publicidad en línea; servicios de intermediación en línea, a través de plataformas como Uber o Amazon; y la venta de datos generados a partir de información proporcionada por el usuario.