En lo que ya se entiende como un primer pero decisivo paso para la simplificación del sistema tributario alemán, los grupos que conforman el Gobierno de coalición --integrado por el partido de la cancillera, Angela Merkel, y los liberales-- han acordado una reforma fiscal con 41 medidas que además de facilitar las gestiones burocráticas prevén un ahorro estimado en 4.000 millones de euros para las empresas y 590 millones en beneficios fiscales para los trabajadores.

La reforma debería ver la luz en el 2012. Como principal novedad, los trabajadores alemanes podrán elegir entre presentar su declaración de la renta anualmente o cada dos años. También se ha acordado elevar la cifra de las denominadas cargas profesionales de 920 a 1.000 euros anuales.