Los responsables del Ministerio de Vivienda aprovecharon ayer varios foros en los que intervinieron durante la jornada para defender la bondad de la discusión pública sobre los pisos sociales de menos de 40 metros cuadrados que permite la ley actual. El debate lo inició el pasado lunes la ministra María Antonia Trujillo en la apertura de Construmat, al firmar el convenio del proyecto APTM (acrónimo de apartamento) que muestra varios prototipos de miniviviendas en la Feria de Barcelona con el título de Alternativas a la vivienda social .

El secretario general de Vivienda del ministerio, Javier Eugenio Ramos, afirmó ayer, en una mesa redonda en Construmat con los arquitectos del proyecto APTM, que es necesaria una discusión "sobre las tipologías de la vivienda" para que ésta se adapte a la realidad social, y reiteró que el Ejecutivo promoverá este debate. "La sociedad nos dirá si este tipo de miniapartamentos son necesarios o buenos", dijo, y reclamó que la discusión se haga "con argumentos y no con descalificaciones".

Todos los arquitectos de los prototipos de miniapartamentos que se exponen en APTM que participaron en la mesa redonda de Construmat defendieron la idoneidad de sus proyectos --que no llegan a los 40 metros de suelo-- y varios de ellos recalcaron que viviendas muy similares ya están usando con éxito en Londres, Amsterdam y Francia.

Josep Bohigas, el arquitecto que dirige el proyecto APTM, lamentó que el debate sobre estos pisos de bajo coste y escasa utilización de suelo se haya "simplificado" y limitado a una cuestión de más o menos metros, en lugar de discernirse si presentan o no la calidad suficiente para ser habitables dignamente. Así, todos los prototipos de APTM tienen amplias salidas al exterior y en algunos casos más altura.

La arquitecta francesa Anne Lacaton reclamó que no haya diferencia entre el alojamiento social y el libre, y defendió su propuesta modular, con una superficie habitable mínima de 36 metros cuadrados, a la que suman una terraza-salón de 36 metros más y un balcón de otros 36 metros, que permiten construir bloques con gran sensación de amplitud en zonas urbanas.

Juan Herreros, con una propuesta de 30 metros de suelo pero con cuatro metros de altura, defendió este tipo de pisos con algunos servicios compartidos como una alternativa temporal.

CONTAINERS Gustavo Gili, que basa su prototipo en un container de barco reciclado que sirve de base a uno de estos pisos destacó que este tipo de construcción ya se usa en Londres.

Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, afirmó ayer que la solución a la demanda de vivienda de los jóvenes no pasa por "micropisos, porque ellos no los quieren, desean viviendas de calidad". La dirigente del PP se mostró convencida de que los jóvenes rechazan "pisos de 25 metros cuadrados con servicios comunes" como alternativa al difícil acceso a la vivienda. Aguirre declaró que "el problema de la vivienda sólo se puede aceptar desde la seriedad" y con propuesta dignas y de calidad.