El Gobierno va a ampliar la ayuda para retrasar el pago de parte de la hipoteca a los parados que hasta ahora no podían acogerse a ella. Así lo anunció ayer la vicepresidenta económica, Elena Salgado, tras admitir que la medida se está aplicando con retraso. De hecho, se trata de la segunda reforma que se le aplica para tratar de agilizarla desde que se anunció en noviembre.

La línea del Instituto de Crédito Oficial (ICO) de moratoria hipotecaria permite aplazar el pago del 50% de las cuotas de entre el 1 de marzo de este año y el 28 de febrero del 2011, con un tope de 500 euros al mes. El importe máximo de financiación por cliente son 12.000 euros y el plazo de amortización de lo aplazado es de entre 3 y 15 años.

La línea no echó a andar hasta marzo. Se han cerrado 2.246 operaciones por valor de 16,97 millones de euros. Pese a que el ritmo de concesión es creciente (529 aplazamientos en la primera quincena de abril, 1.068 en la segunda), a esta velocidad sería dificil lograr los objetivos fijados por el Ejecutivo (la dotó con un máximo de 6.000 millones de euros para beneficiar a hasta un millón de parados).

PRESTAMOS RENEGOCIADOS Salgado explicó ayer que las entidades financieras, que han renegociado unos 50.000 préstamos en lo que va de año para evitar tener que quedarse con las viviendas, le han pedido ampliar la ayuda a todos los parados. Hasta ahora solo se podían beneficiar aquellos con una hipoteca sobre su vivienda habitual de hasta 170.000 euros, suscrita antes del 1 de septiembre del 2008, que no estuvieran en morosidad.

Precisamente, algunas entidades han achacado el escaso desarrollo de la medida a que la cuantía tope de la hipoteca es demasiado baja, pese a que la hipoteca media del 2007, el año en que ha sido más alta, fue de 149.007 euros, según el INE. Otras critican que el riesgo que asume el ICO no es suficiente (asume la morosidad del 12% de los créditos de cada entidad acogidos a esta línea). Algunas fuentes apuntan que, al retrasarse tanto la entrada en vigor de la medida, muchos de los potenciales beneficiarios habían entrado ya en morosidad. Según otras, las entidades prefieren negociar por su cuenta para imponer unas condiciones más severas.

Tras un Consejo de Ministros extraordinario, Salgado dejó la puerta abierta a retirar la ayuda de los 400 euros: "Vamos a hacer una evaluación y, en fin, ya veremos". También destacó que la presión fiscal ha disminuido unos tres puntos en el 2008 y sigue sin estar, "ni mucho menos", entre las más altas. Con todo, se cuidó de apoyar abiertamente la idea de Leire Pajín, secretaria de organización del PSOE, de subir los impuestos a las clases altas: "Lo que quería decir es que, en el supuesto que haya que pedir más esfuerzo, habrá que pedírselo a las rentas más altas".

SATISFACCION Salgado afirmó que el Gobierno está "satisfecho" con sus medidas anticrisis y con los "brotes verdes" de recuperación que percibe, aunque no con la subida del paro. Prometió nuevas "medidas muy selectivas" para impulsar el empleo y el cambio del modelo productivo, y que se financiarán con más deuda que déficit.