El Gobierno se ha fijado como límite el 15 de junio para determinar si es necesario aprobar un decreto que incluya los aspectos del diálogo social que no hayan sido acordados entre sindicatos y empresarios, según fuentes gubernamentales. Ayer, los máximos dirigentes de CCOO, Ignacio Fernández Toxo; UGT, Cándido Méndez; y CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, se reunieron después de hacerlo sus técnicos y ratificaron la voluntad de "seguir negociando" en los próximos días hasta alcanzar un acuerdo "pese a que se mantienen algunas diferencias", según una nota de CCOO.

El plazo que se autoimpusieron las tres partes (31 de mayo) para poner fin al diálogo social se acaba. Anoche había pocas señales ciertas del contenido del acuerdo --las causas del despido son el principal escollo-- que las partes dan por seguro. El pacto tendrá menos profundidad que la expectativa que suscita desde la primera cita de febrero.

Por ello, el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero decidirá a mediados de junio qué contiene el decreto. En él se incluirán parte de las modificaciones laborales que no hayan consensuado los agentes sociales.

La presión en favor de cambios en las relaciones laborales no son únicamente internas.

MEJORA DE PERSPECTIVAS Muy tímidamente, España mejora sus perspectivas económicas, pero si quiere subirse al tren del crecimiento de forma estable debe afrontar una "reforma de envergadura del mercado de trabajo". Esta es la principal recomendación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), similar al mensaje lanzado dos días atrás por el Fondo Monetario Internacional (FMI) al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

La paternidad del consejo la reivindicó ayer el secretario general de la OCDE, Angel Gurría, tras la presentación en París del informe semestral sobre las expectativas económicas de los miembros del organismo, que agrupa a los 30 países más desarrollados del mundo. "Lo decimos cada año, España debe reformar el mercado laboral, las pensiones, invertir más en investigación y universidades... Lo nuevo es el contexto y la urgencia", precisó Gurría.

A su juicio, esta es la vuelta de tuerca que debería dar el Gobierno tras las "valientes" medidas de ajuste anunciadas. La OCDE "admira el coraje y la determinación" con los que ha reaccionado Zapatero, pero considera muy frágil la economía del país.

El estudio de la organización internacional sitúa a España en el pelotón de cola de los países europeos, solo por delante de Grecia, Islandia e Irlanda. Para este año prevé un PIB negativo del 0,2%, mientras que en el 2011 augura un incremento del 0,9%. Las previsiones del Gobierno español son ligeramente más optimistas: un retroceso del 0,3% este año y un crecimiento del 1,3% para el 2011.