Ministerio de Trabajo y Banco de España discrepan sobre si es "bueno" mantener un sistema de fijación salarial vinculado a la inflación --como volvió a defender ayer el ministro Valeriano Gómez-- o si, por el contrario, es "imprescindible" acabar de una vez con "un tema peligroso para las economías". Esta última es la opinión que ayer expresó el director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, en una jornada sobre la reforma del sistema de pensiones organizada por Analistas Financieros Internacionales (AFI).

Para el ministro de Trabajo, el sistema de revisión salarial en función de la inflación futura es "la mejor forma" de garantizar el poder adquisitivo de los sueldos sin calentar los precios. Según este modelo, la subida salarial se pacta en función del IPC previsto para el año siguiente y si este se dispara, entra en juego la cláusula de salvaguarda para garantizar el poder adquisitivo de los sueldos. "A nosotros no nos ha ido mal" afirmó el ministro, quien además dijo que en España también se contempla la situación de las empresas.

Para el representante del Banco de España es justo lo contrario. La cláusula salarial es un "residuo", un "obstáculo" que no permite "la flexibilidad en los salarios" y que provoca inflación. Según Malo de Molina, España es el único país importante de la UE que conserva este sistema ya que "la mayor parte se lo ha quitado de encima".

REUNIONES DISCRETAS Mientras, empresarios y sindicatos han iniciado las conversaciones para una reforma profunda del sistema español de negociación colectiva. CEOE y centrales sindicales han acordado que las negociaciones sean discretas. Ello no impide, sin embargo que unos y otros opinen sobre el controvertido tema de las cláusulas.

La patronal CEOE, que en un primer momento se mostró favorable a mantener el modelo actual, ligado al IPC --así opinó el vicepresidente de CEOE, Arturo Fernández-- defiende ahora un sistema basado en la productividad y los resultados de las empresas, según avanzó el presidente Juan Rosell en VEO TV.

El secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, acusó al Banco de España de opinar desde "el desconocimiento" al no reconocer la capacidad de adaptación del sistema actual a los distintos ciclos económicos. Según Ferrer, lo que busca el Banco de España y no se atreve a pedir es un recorte de los salarios. Por ello reclamó al regulador que respete la autonomía de sindicatos y patronal para negociar convenios y salarios. Su homónimo en CCOO, Ramón Górriz, consideró un "ejercicio de inmoralidad" que se quieran ligar los salarios solo a la productividad pues, según dijo, ello supondría perder poder adquisitivo.