El Gobierno volvió a desoír las demandas sindicales y aprobó una subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para el 2004 igual a la inflación prevista (2%) y dejarlo en 460,5 euros mensuales (76.620,75 pesetas), el más bajo de la Unión Europea, excepto Portugal. El Consejo de Ministros utilizó como referencia "el índice de precios al consumo, la productividad media nacional, el incremento de la participación de trabajo en la renta nacional y la coyuntura económica", según Trabajo.

El Gobierno subió lo mínimo posible el SMI para evitar que se disparen las subvenciones públicas vinculadas a este índice. UGT criticó duramente al Ejecutivo del Partido Popular por "congelar" el sueldo a los trabajadores más desfavorecidos (los no amparados por la negociación colectiva y los perceptores de subsidios, prestaciones del FOGASA, rentas de inserción laboral o salarios sociales). El SMI ha perdido 4,9 puntos de poder adquisitivo desde 1996 y ha pasado de representar el 38% del salario medio a suponer sólo el 36,4%.

SIN NEGOCIACION Los líderes sindicales solicitaron una reunión con Trabajo para negociar un sistema de revalorización automática del SMI, pero el ministerio rechazó, una vez más, abrir el debate.

UGT y CCOO denuncian que Trabajo vulnera la obligación de negociar una revisión semestral del SMI establecida por el Estatuto de los Trabajadores. Las centrales pretenden que el Gobierno utilice como referencia para subir el SMI la previsión de inflación media que, para el 2004, es del 2,7%, según datos del Ministerio de Economía que barajan los sindicatos. Esta subida permitiría elevar paulatinamente el SMI hasta 600 euros al mes (100.000 pesetas), el 60% del sueldo medio del país, como recomienda la Carta Social Europea. El Gobierno también aprobó ayer una serie de medidas en favor de las prestaciones de viudedad, orfandad y a favor de familiares en cumplimiento de las recomendaciones del Pacto de Toledo y el acuerdo para la mejora de las pensiones del 2001. Así, el porcentaje aplicable a la base reguladora de las pensiones de viudedad pasa del 48% al 52%, lo que supone un incremento del 8,33% en la prestación.

INCREMENTA EL GASTO El gasto de estas medidas, unido a la subida del 2% en el 2004, el 0,8% por la desviación de la inflación prevista en el 2003 y la paga extra de compensación por esta desviación, asciende a 1.879,9 millones de euros (312.623 millones de pesetas).

El portavoz del PSOE, Jesús Caldera, advirtió que esta subida es "discriminadora" porque sólo afectará uno de cada cuatro pensionistas (aquellas viudas cuya base reguladora supera los 786 euros mensuales) e "insuficiente" ya que el Seguro puede asumir mayores mejoras.