El Gobierno empieza mañana a repartir más de un millón de 'cheques' de ayuda a pagar la calefacción, tras varios meses de espera. La negativa del Congreso de los Diputados a los Presupuestos retrasó su entrega, prevista para el mes de marzo, y hará que a muchos hogares les lleguen las ayudas para pagar la calefacción casi comenzado el verano.

El bono social térmico fue una de las medidas introducidas por la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en octubre después de que los precios de la luz se disparasen. En España existe desde hace tiempo un bono social eléctrico que ayuda a los hogares más vulnerables a pagar la luz, sin embargo, el Gobierno consideró que tan necesario como la luz es el calor en invierno e ideó una ayuda a modo de 'cheque' para sufragar este suministro.

En un principio, la intención del Gobierno era 'pagar' este cheque con cargo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del 2019, sin embargo, la negativa del Congreso a su aprobación llevó a que esta ayuda se paralizase en el tiempo hasta después de las elecciones cuando el Gobierno inició el proceso. El presupuesto asignado es de 75 millones de euros.

El bono térmico es una ayuda directa que recibirán -si no la rechazan- todos los hogares que eran beneficiarios del bono eléctrico a fecha 31 de diciembre del 2018. Esto es, más de un millón de hogares. Sin embargo, la cuantía que reciben varía en función de la zona en la que vivan y el grado de vulnerabilidad del beneficiario entre un mínimo de 25 euros y un máximo de 124 euros.

El 'pago' del bono térmico difiere del eléctrico en que este último es un descuento que las eléctricas realizan en el recibo de la luz de los usuarios directamente, mientras que la ayuda a la calefacción se trata de un ingreso en la cuenta donde el beneficiario tenga domiciliado el recibo y, en caso de no tener domiciliado el recibo, en la cuenta bancaria que haya indicado.

Esta es la primera vez que los hogares reciben una ayuda para el pago de la calefacción y el agua caliente. No obstante, en la Estrategia de Pobreza Energética 2019-2024, aprobada por el Gobierno antes de las elecciones, el Ejecutivo fue más allá e introdujo la posibilidad de unificar ambos bonos sociales, eléctrico y térmico, para asignar de manera automática las ayudas a los hogares vulnerables. Una idea que persiguen muchos expertos para que las familias perciban el descuento de forma automática, sin necesidad de adelantar dinero, pues algunas organizaciones como Facua se quejan de que el retraso en la entrega "ya no aporta ninguna solución a las personas que han tenido problemas para pagar sus facturas".