El gobierno español estudia la posibilidad de establecer un IVA reducido para los coches eléctricos para incentivar su compra. Así lo anunció ayer la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, en Radio Nacional. La reducción de este impuesto formaría parte de un paquete de medidas en materia de fiscalidad verde, tema en el que admite que España «está por debajo» de la media de los países de la OCDE. Ribera ha apuntado que sería «interesante» estudiar si se puede discriminar de un modo positivo los comportamientos que el gobierno busca impulsar a través de una fiscalidad verde renovada. Sobre la posibilidad de trabajar con la reducción del IVA, la vicepresidenta y ministra admitió que «es una de las cuestiones que nos tenemos que plantear» y recordó que la medida «debe contar con el visto bueno de la UE».

Asimismo, pidió paciencia y ha recordado que la legislatura no ha hecho más que empezar. «Si no se hacen bien las cosas puede haber la necesidad de acompañar con medidas sociales en ese proceso de transformación para que la absorción de algo que hasta ahora no estaba gravado y que pasa a estar gravado no recaiga en rentas que de algún modo necesitan estar preparados para lo que se quiere conseguir pero que, de entrada, no lo tienen tan fácil», dijo.

Otro de los planes del gobierno es dejar de vender vehículos de combustión en el 2040, fecha que Ribera definió como «conservadora y prudente» en la línea de lo establecido por Europa. No obstante, puntualizó que podría haber excepciones en zonas específicas como las islas. «Creo que debemos trabajar muy de la mano con el sector industrial y escuchar la versión de los ciudadanos».

En cuanto al diésel, combustible del que Ribera llegó a decir que «tiene los días contados», reconoció que las razones que justifican actualmente un tratamiento fiscal diferente al de la gasolina «tienen poco sustento».