El ministro griego de Finanzas, Yannis Sturnaras, entregó hoy en el Parlamento el borrador de los Presupuestos Generales del Estado de 2014, que a falta de acuerdo con la troika posiblemente se verán sujetos todavía a algunas modificaciones.

Según el borrador, el gasto primario descenderá de los 44.800 millones de euros previstos para este año hasta 41.900 millones en 2014.

Los ingresos, por su parte, aumentarán de 47.300 millones en 2013 a 49.600 millones en 2014.

El nuevo borrador -el primero fue diseñado hace un mes- establece que el superávit primario (que excluye el pago de intereses) será de 812 millones de euros este año, lo que equivale al 0,4 % del Producto Interior Bruto (PIB).

En el cálculo previo se había partido de un superávit de 730 millones de euros.

Para 2014, las previsiones son aún más optimistas pues, según el Ministerio de Finanzas, el superávit primario alcanzará los 2.900 millones de euros, el 1,6 % del PIB.

El déficit presupuestario para 2013 se estima en 3.900 millones de euros (2,2 % del PIB) y de 4.200 millones (2,3% del PIB) en 2014.

La deuda se situará previsiblemente en el 175,5 % en 2013 y se reducirá ligeramente al 174,8 % en 2014.

Los presupuestos han sido elaborados sobre el supuesto de que la economía crecerá el próximo año un 0,6 %, frente a un retroceso del 4 % en 2013.

Además, se estima que la tasa de desempleo caerá al 24,5 % el próximo año, en comparación con el 25,5 % en 2013.

Tras entregar el documento de 240 páginas en la oficina del Parlamento, Sturnaras se mostró optimista respecto a la evolución que tomará la economía griega en 2014.

"Los sacrificios del pueblo griego han pasado", dijo Sturnaras, quien insistió en que no habrá más recortes generalizados sino únicamente medidas de ahorro estructurales.

El borrador presupuestario se ha presentado sin la aprobación de la troika que abandonó hoy Atenas sin haber logrado progresos sustanciales en la revisión del programa de rescate, lo que retrasa el desembolso del tramo pendiente por valor de 1.000 millones de euros.

Los acreedores han puesto en las últimas semanas en entredicho el optimismo de los cálculos oficiales griegos y ven necesarias mayores reformas estructurales.

El debate en el pleno comenzará el próximo 3 o 4 de diciembre, informó el Ministerio.