La nacionalización del Allied Irish Bank (AIB) se hizo hoy efectiva después de que el Gobierno de Dublín recibiera la autorización judicial de inyectar 3.700 millones de euros de dinero público en esta entidad financiera. El Alto Tribunal irlandés dio el visto bueno a la operación propuesta por el ministro de Finanzas, Brian Lenihan, lo que supone que el Estado irlandés pasa a tener el 49% de las acciones del AIB. Ese porcentaje aumentará hasta el 92% una vez que se haga efectiva el año que viene la venta de la división polaca del Allied Irish Bank al grupo español Santander, prevista para 2011. Tras la autorización judicial, Lenihan explicó que el paquete de rescate del AIB era esencial para que el banco siguiera operando: "esto permitirá al banco cumplir sus requerimientos de capital a final de año, como establece el Banco Central". "Este capital es esencial para permitir al AIB cumplir con su papel de respaldar la economía irlandesa", añadió. Esta operación iba a realizarse inicialmente en marzo pasado, pero se pospuso después de que los bancos irlandeses recrudecieran sus pérdidas al traspasar sus préstamos hipotecarios a la Agencia Nacional de Gestión de Activos (Nama), el "banco malo" creado para absorber el impacto de las hipotecas subprime en el sector. Lenihan aseguró que el AIB, que llegó a ser el banco más importante de Irlanda, logró por si mismo una importante capitalización, pero que no ha sido suficiente. "Una ayuda adicional del Estado ha resultado necesaria dado el nivel de pérdidas que ha materializado en su cuenta con la Nama y también debido a la expectativa internacional de que se incrementen los ratios de capital bancario", dijo el ministro de Finanzas. Los 3.700 millones de euros proceden del Fondo de Reserva Nacional de Pensiones y su utilización fue acordada con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, que supervisan el paquete de rescate a Irlanda de 85.000 millones de euros. El AIB debe obtener otros 6.100 millones de euros antes del próximo 28 de febrero y la intención del Gobierno de Dublín es reflotar el banco en el mercado bursátil en los próximos años o venderlo a otro banco cuando la economía se recupere.