El ministro italiano de Economía, Tommaso Padoa-Schioppa, reconoció ayer que las cuentas públicas del país están "en desorden", y que el Gobierno que dirige Romano Prodi tiene una parte importante de la responsabilidad en la situación de la economía, que está en fase de estancamiento "desde hace diez o doce años".

"El desequilibrio de las cuentas públicas es estructural y es una de las causas de la falta de crecimiento", afirmó Padoa-Schioppa durante su intervención en el foro político-económico Ambrosetti, que se celebra en la localidad de Cernobbio.

El responsable de las finanzas italianas consideró que es imprescindible hacer reformas que se concentren, "en lo posible, en la parte del gasto público, y no en la de los ingresos". El titular de Economía admitió que los presupuestos del 2006, elaborados por el anterior Gobierno, que lideraba Silvio Berlusconi, eran "rigurosos" en las medidas dirigidas a sanear las cuentas, pero las cifras "no correspondían a la realidad". También consideró que "es posible" frenar la actual "dinámica del gasto" porque "existen márgenes técnicos", pero lo que "quizá falta es el margen político, el consenso".

"La concertación tiene importancia, debe ser complementaria a la acción del Gobierno, pero luego es el Gobierno el que decide", recalcó el ministro.

En el mismo foro, el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, también habló sobre la situación actual de la economía. Napolitano pidió "un compromiso común de la mayoría y la oposición para cumplir los compromisos adquiridos con las instituciones europeas". Entre estos compromisos está el de llevar el déficit público italiano por debajo del 3%, máximo permitido por la Unión Europea, una medida que Italia se comprometió a cumplir para el próximo 2007 pero que, según ha admitido el propio Padoa-Schioppa, quizá no se pueda cumpla hasta el 2008.