El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha anunciado en el Congreso de los Diputados que se dispone a impulsar un nuevo paquete de medidas fiscales para estimular la economía que incluye, entre otras cosas, la movilización de 45.000 millones de euros para "mejorar la situación financiera de las empresas, especialmente las de pequeño y mediano tamaño". En su primera intervención en el debate del estado de la nación, Rajoy especificó que se amplían las líneas de mediación de Instituto de Crédito Oficial para aportar a dicho programa 22.000 millones de euros, a lo que hay que sumar que las entidades bancarias saneadas tendrán que aportar 10.000 millones de euros más para créditos a pymes.

A eso hay que sumar que el Ejecutivo va a facilitar nuevos sistemas de garantías de avales por parte de la sociedad estatal Compañía Española de Reafianzamiento (CERSA) y de la compañía española de seguros de crédito de la exportación (CESCE), lo que pondrá a disposición de las empresas otros 1.700 millones más en créditos. Además, Rajoy añadió que se va incentivar la finaciación no bancaria de las compañías españolas -que está en un nivel más bajo que el resto de países de la UE-, por lo que se potenciará el capital de riesgo, con un impacto de 2.000 millones de euros; se creará un fondo de titulización de pymes (3.000 millones) y se impulsará el mércado alternativo bursátil.

Rajoy apuntó también que se pondrán en marcha medidas para combatir la morosidad y, a partir de enero del 2014, entrará en vigor uno de los caballos de batalla del PP en la oposición que, hasta ahora, no había llevado al Consejo de Ministros, a pesar de la insistencia de los empresarios, sobre todo los pequeños: que no exista obligación de pagar el IVA hasta que no se hayan cobrado las facturas emitidas. "Este régimen se aplicará a los trabajadores autónomos y a pequeñas y medianas empresas con un volumen de negocio inferior a los dos millones de euros al año", explicó.