Con la llegada de Valeriano Gómez al Ministerio de Trabajo, el Ejecutivo quiere marcar una nueva etapa de diálogo y acuerdos en la que aparezca como mediador. En pensiones mantiene sus máximos --alargar el mínimo de vida laboral a 20 años y ampliar la jubilación a 67--, aunque podría ser flexible en esta cuestión si necesitara los votos de CiU y PNV. Sin embargo, en la negociación colectiva tiene menos que decir, ya que el acuerdo lo deben firmar sindicatos y empresarios. Lo que sí debe desarrollar, mediante reglamentos, es la reforma laboral en la que quiere corregir algunos defectos de la misma.

Tras interpretar que los cambios en el Gobierno son consecuencia de la huelga del 29-S, CCOO y UGT van a mantener la presión movilizadora este trimestre, en que se debatirá la reforma de las pensiones. Mantener la edad de jubilación en 65 años es irrenun-ciable para las centrales. Para ello proponen que el manteni-miento del sistema se realice incrementando los ingresos públicos, con otra fiscalidad más progresiva, y no recortando el gasto. También recogerán medio millón de firmas para presentar una iniciativa popular que cambie la reforma laboral para mejorar la contratación y suprimir el abaratamiento del despido.

La CEOE quiere limar las rigideces que, a su juicio, aún mantiene el mercado laboral en España mediante la negociación colectiva que pondrá las bases de los convenios de empresa y sector. Los empresarios no quieren que haya prórroga automática de los convenios colectivos cuando terminen su vigencia, y todavía menos que ello implique una revisión automática de los salarios. Además, insistirán en que se facilite el descuelgue, ya apuntado en la reforma laboral, de los convenios sectoriales por parte de empresas que tengan una situación o perspectivas económicas negativas.