El papel de supervisoras y miembros de los órganos de gobierno que las autonomías juegan en las cajas es uno de los aspectos que más suspicacias despiertan en los mercados. Por ello, el Ministerio de Economía ha anunciado a las cajas que planea eliminar la posibilidad de que los Ejecutivos regionales puedan vetar el traspaso de los activos de las cajas a un banco de su propiedad, según fuentes cercanas a las conversaciones entre el departamento que dirige Elena Salgado y el sector.

El Gobierno reformó la ley el pasado verano para facilitar que las cajas puedan operar a través de un banco, como ha anunciado La Caixa, y que las entidades de ahorro inmersas en fusiones frías (Sistemas Institucionales de Protección) transfieran sus activos a una entidad bancaria, como ha hecho Caja Madrid.

MANTENER EL PODER Ante esta medida del Ejecutivo central, la comunidades reformaron las leyes regionales con el objetivo de mantener su poder en las entidades de ahorro.

Las nuevas exigencias de capital básico que el Gobierno va a imponer en unos días va a obligar a la mayoría de las cajas que todavía no lo son a convertirse en bancos antes del mes de septiembre. Por ello, el Ejecutivo quiere limitar la capacidad de maniobra de autonomías descontentas, como la gallega, que teme que la fusión de sus dos cajas acabe nacionalizada.

Al contrario que las cajas, los bancos son supervisados exclusivamente por el Banco de España. Si sale adelante la medida, lo que dependerá de las negociaciones con el sector y los partidos políticos, el papel autonómico se verá limitado a la presencia en los consejos de los bancos, que además se verá diluida cuando entre el capital privado.