El Gobierno quiere evitar en la medida de sus posibilidades impulsar una nueva iniciativa impopular después de todas las que ha tenido que emprender en las últimas semanas. Y es consciente de que entre todas las medidas que provocan descontento, la subida de la luz es una de las que le hacen más vulnerable. El Ministerio de Industria, por ello, pretende que la próxima revisión periódica de la factura de la luz, que entra en vigor en julio, suponga un alza en línea con la de enero, que fue del 2,6%. Es decir, de 89 céntimos más al mes para un consumidor medio.

El departamento que dirige Miguel Sebastián ha propuesto que las tarifas de acceso o peajes --la parte del precio final de la luz con que se paga el mantenimiento y uso de la red y otros componentes especiales, como las primas a las renovables o los costes de la moratoria nuclear-- suba para los consumidores domésticos el 10%, frente al 12% que se encarecieron en enero.

Si se extrapolase directamente, supondría que la luz solo subiría el 2,1% en julio. Sin embargo, el alza final de la factura de los hogares dependerá de la otra parte variable de la tarifa, que es el coste de la energía y que se determina mediante una subasta que tendrá lugar a finales de junio. Los expertos estiman que de ella resultarán unos precios más altos que los de enero, debido al encarecimiento del petróleo desde comienzos de año.

1,36 EUROS MAS A este aumento hay que sumar el del IVA que se aplica al recibo de la luz, que pasará al 18% en julio. Algunos agentes del mercado aventuraron, de hecho, que el encarecimiento de los peajes y la energía va a provocar una subida de la factura de la luz del 4%, unos 1,36 euros al mes de media.

Fuentes del Ministerio de Industria destacaron, sin embargo, que es imposible saber todavía cuánto subirá la luz. No tanto por el coste de la energía, sino por las modificaciones que piensa introducir para que el precio sea "el más bajo posible".

Fuentes de una de las principales eléctricas españolas, que lleva meses reclamando una subida sustancial de la luz, descartaron ayer que el Gobierno vaya a impulsar una subida del 4%. De hecho, juzgaron como un "globo sonda" esta posibilidad.

Pese a que no tiene mucho margen para obrar de otra manera, el anuncio de que el Gobierno subirá la luz provocó ayer un reguero de críticas. El secretario de Economía del PP, Alvaro Nadal, lo interpretó como un "fracaso" de la política energética y presupuestaria. Las principales asociaciones de consumidores la tacharon de ser "absolutamente inaceptable" para las familias en un momento de crisis profunda y con una inflación que ascendió al 1,5% en abril.