El Salón del Automóvil de Barcelona puede pasar a la historia no solo por tener un récord de 55 marcas, sino por haber puesto la primera piedra de un nuevo plan Prever. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, anunció que antes de final de mes convocará a las autonomías y al sector para discutir nuevas medidas que frenen la caída del 43% de las ventas de turismos.

Aunque el ministro fue cauto al asegurar que será necesaria "una reflexión profunda" sobre el tipo de subvención, sus palabras suponen un giro en la postura que había mantenido hasta ahora, caracterizada por estar claramente en contra de poner en marcha ayudas directas como las que ya aplican una decena de países europeos con incrementos de las matriculaciones de hasta el 40% en Alemania.

Antes de dar su brazo a torcer, Sebastián reiteró el éxito que ha tenido el plan impulsado por su equipo, el Vive, que está a punto de agotar el fondo previsto con 51.000 créditos subvencionados.

El golpe de timón del Gobierno se produce en medio de una creciente presión para poner en marcha ayudas directas como las del antiguo plan Prever. El presidente de la Asociación de Fabricantes de Automóviles (Anfac), Francisco Javier García Sanz, explicó la decisión tomada ayer por la junta de la patronal en una reunión celebrada en Barcelona de flexibilizar su posición con una aportación de las marcas --que ya realizan Renault y Peugeot-- a la subvención, como ya se hace en el Reino Unido. "El esfuerzo conjunto redundará en beneficio de las tres partes", indicó Anfac respecto a los financiadores de la ayuda, Gobierno, autonomías y marcas.

NEGOCIACIONES EN MARCHA "No queremos que el Gobierno apruebe un plan sin consultarnos", dijo García Sanz, que también es presidente del consejo de administración de Seat y miembro de la dirección de VW, en una declaración que apuntaba que el Ejecutivo ya ha empezado a moverse. El día antes, el presidente de Renault España, JeanPierre Laurent, destacó la receptividad del Gobierno.

Respecto al importe reclamado anteriormente --entre 1.200 y 1.500 euros--, García Sanz lo dejó abierto a la negociación, aunque dijo que "cada país tiene que adaptarse a sus circunstancias".

El diputado de CiU en el Congreso Josep Sánchez Llibre dio ayer otra clave al asegurar que el nuevo Prever puede ser "uno de los conejos que se saque de la chistera" Zapatero en el debate sobre el estado de la nación. La proximidad de las elecciones europeas de junio es, según un directivo del sector, "un motivo de peso para que el Gobierno mueva ficha". La presión también proviene de las autonomías que ya aplican o han anunciado incentivos para los compradores. La Comunidad Valenciana se sumó ayer a Navarra y Madrid al aprobar un Prever de 1.000 euros --con un fondo de 15 millones-- por cambiar un coche viejo por uno nuevo y de 500 por uno de segunda mano.