El Gobierno espera cerrar este año con un déficit contable equivalente al 0,3% del producto interior bruto (PIB), una décima menos que el 0,4% previsto en los presupuestos generales del Estado. Así lo confirmó ayer el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Angel Fernández Ordóñez, quien adelantó que el balance entre ingresos y gastos "será mejor de lo esperado, aunque no mucho mejor". "Pese a que las cosas marchan razonablemente bien, lo lógico es que acabemos una décima por debajo o dos", añadió.

Según los datos facilitados ayer, el Estado registró en el primer semestre del año un déficit de 1.194 millones de euros, lo que supone una cifra equivalente al 0,13% del PIB. Ordóñez precisó que esta cifra no es comparable con los 5.348 millones del mismo periodo del año pasado, al haberse producido entonces algunas operaciones especiales.

También advirtió Ordóñez de que gran parte de la mejora se debe al retraso en las devoluciones del IVA, efecto que se corregirá en los próximos meses. Al menguado déficit ayudó la evolución de los principales impuestos. Los ingresos financieros crecieron el 14,5%, al superar los 76.376 millones, y los pagos no financieros se elevaron un 9%, hasta 59.278 millones.