El Gobierno exigirá a las eléctricas que destinen más inversiones a zonas como Andalucía, Cataluña, Canarias y Galicia en las que se concentran los apagones y estudia, junto con las autonomías, ligar más la retribución a las compañías distribuidoras a la calidad del suministro. El año pasado quince provincias superaron las dos horas anuales permitidas legalmente de suspensión del suministro por imprevistos, según datos de la secretaría de Estado de Energía.

Tarragona, Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria son de las pocas provincias que sufren estas incidencias por encima de la media tanto en las zonas urbanas, como en las semiurbanas y las rurales. Se da la circunstacia de que el empeoramiento del suministro en estas provincias se produjo en un ejercicio en el que esta variable a escala nacional registró un descenso superior al 20% con respecto al ejercicio del año anterior.