La vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, presentó ayer en el Congreso de los Diputados el proyecto de presupuestos del Estado para el 2010 con el que el Gobierno quiere encauzar la salida de la crisis.

Por ello, según la ministra, son unos presupuestos "que mantienen el gasto social, priorizan el gasto productivo e inician la corrección de las cuentas públicas". Todo ello, dentro de "un esfuerzo de contención del gasto sin precedentes" (el gasto del Estado cae el 3,9% frente al cierre del 2009, aunque sube en 30.000 millones, el 17,3%, frente al inicial) y con un aumento de los ingresos impulsado por "una subida moderada" de impuestos (IVA, IRPF y rentas del capital) y la lucha contra el fraude.

"De cada dos euros, algo más de uno irá destinado a gasto social", resumió Salgado. Aquí está el gasto por desempleo (30.612 millones), la paga de 420 euros para parados, las pensiones y el gasto en dependencia, entre otros. Mucho menos clara pudo ser al intentar explicar el recorte de la inversión, que es donde se concentra buena parte de esa "austeridad sin precedentes", aunque ello contradiga la "priorización del gasto productivo".

SECTOR PUBLICO El capítulo de inversiones reales del Estado y sus organismos se recorta en 1.400 millones (el 10,2%), con ajustes en infraestructuras (300 millones menos), defensa (470 menos), I+D+i (100 menos) o seguridad (212 menos). El ajuste se mitiga, en parte, si se suma el sector público empresarial (así, la inversión cae el 3,9%). Si, además, se añade el capítulo de activos financieros (donde se incluyen fórmulas más imaginativas de financiación como el pago aplazado) la caída es del 2,4%.

En infraestructuras, el ajuste se concentra en puertos, obras hidráulicas y medioambientales, dependientes de Agricultura. Carreteras y ferrocarriles se mantienen y sube el 5,24% la inversión en aeropuertos; estas últimas políticas dependen del ministro de Fomento, José Blanco.

La otra pagana del esfuerzo de austeridad es la política de I+D+i del conjunto del Estado, que cae el 3,1%. En total, el presupuesto de gastos consolidados del Estado, Seguridad Social y organismos autónomos se eleva a 330.471,13 millones. Esta cifra es el 8,6% mayor a la presupuestada para el 2009, pero el 2,6% inferior a la previsión de liquidación para un ejercicio en el que el gasto se ha disparado.

El presupuesto de ingresos para el 2010 es de 330.471,13 millones. El Gobierno quiere emplear la recaudación adicional por la subida de impuestos (unos 3.000 millones, en el 2010) en una reducción adicional del déficit público, que, según sus previsiones, se situará en el 5,4% del PIB para el Estado y el 8,1% para el conjunto de las administraciones públicas.

ACTIVOS FINANCIEROS Para financiar el déficit, de 63.623 millones, y la necesidad de activos financieros, la deuda neta aumentará en 76.177 millones, que elevarán el nivel al 49,1% del PIB (el 62,5% para todas las administraciones).

En este sentido, el Gobierno prevé que la caída de la economía en el 2010 se limitará al 0,3%, lo que se acompañará de una destrucción adicional de 303.500 empleos, un total de 4.396.300 parados y una tasa media de paro del 18,9% sobre la población activa.