"Si dos compañías no se entienden, hay que favorecer el divorcio amistoso, pero no entiendo un divorcio en el que uno echa al otro de la casa". De esta forma contundente se refirió ayer el ministro de Industria, Miguel Sebastián, a la posibilidad apuntada por la prensa italiana de que Acciona venda su 25% de Endesa a su socia Enel (67%) por unos 10.000 millones de euros.

Sebastián tildó de "calumnia" que, como director de la oficina económica de la Moncloa, impulsase la entrada de Enel y Acciona en la eléctrica para torpedear su compra por E.ON. "El Gobierno no ha orquestado nunca una operación, nos enteramos cuando ya estaba hecha", defendió.

Durante su intervención en un foro organizado por Red.es, el ministro lanzó un mensaje veladamente favorable sobre la posición del Ejecutivo ante una posible fusión entre Iberdrola y Gas Natural. "Leo con atención a los que piensan que es una gran operación", aseveró.

Sebastián recordó que el anterior Gobierno del PP ya vetó esta unión. "No sabemos bien los motivos", apostilló. Frente a las siete operaciones vetadas por el Ejecutivo de José María Aznar, subrayó, el actual Gabinete no ha dado luz roja a ninguna. "Intervenir para mí quiere decir prohibir, y no intervendremos", afirmó ante Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, que siempre ha alegado que la fusión tendría excesivas trabas administrativas.