El Gobierno ha decidido suavizar su postura con respecto a la tributación de los planes de pensiones y, en este aspecto, aprobó ayer un proyecto de ley de reforma fiscal mucho más "flexible" respecto al anterior borrador. No obstante, el objetivo del ministro de Economía, Pedro Solbes, no ha cambiado: persigue que el titular de un plan privado de pensiones lo utilice como una renta complementaria a su pensión pública y no lo rescate de una sola vez "para hacerse un viaje o comprarse un coche".

El texto anterior impedía el rescate de los planes de pensiones en forma de capital --es decir, de un solo reintegro-- y primaba la fórmula de renta vitalicia. También establecía un tope general de aportaciones deducibles de 8.000 euros anuales.

El proyecto de ley permitirá al titular de un plan comenzar a cobrar los rendimientos cuando lo crea oportuno y de la forma que quiera: ya sea capitalizado, poco a poco o como renta vitalicia. Pero si lo hace de golpe, deberá tributar por el 100% del fondo y no por el 60% como hasta ahora. Esto debería desincentivar el rescate total del plan porque al tener que tributar a tipo marginal (43%), será menos oneroso percibir las cantidades poco a poco. La reforma mantendrá la deducción del 40% hasta el 31 de diciembre de este año como también respetará los derechos adquiridos en materia de vivienda.

ENVEJECIMIENTO La idea del ministro es que los fondos de pensiones privados ayuden a luchar contra el problema del envejecimiento de la población. Por este motivo, desea que estos recursos se vayan cobrando a lo largo de la jubilación y que, incluso, no comiencen a amortizarse hasta que el titular los necesite de verdad. En este sentido, la nueva ley permitirá a los pensionistas continuar realizando aportaciones después de la edad legal de jubilación.

El Gobierno conserva su idea de que exista un único tope anual de aportación deducible de 8.000 euros. Pero ahora Solbes ha decidido que los mayores de 50 años puedan elevar ese límite hasta los 10.000 euros, siempre que esta cantidad no supere el 50% de las rentas activas.

Otra de las grandes novedades es el incremento de los mínimos exentos por tercer y por cuarto hijo (3.600 y 4.100 euros respectivamente), lo que supone un mayor apoyo a las familias numerosas. El Gobierno dijo que el 99,5% de los contribuyentes y, en especial, los que tienen hijos pagarán menos impuestos.

PRESION FISCAL Como ya anunció el ministro, el proyecto de ley de reforma del IRPF recortará la carga fiscal de los españoles en 4.500 millones de euros. Los ciudadanos se ahorrarán 2.000 millones y las empresas hasta 2.500. La cantidad es menor en el caso de las personas físicas para "no recalentar más la demanda", explicó.

Por tanto serán las empresas, y principalmente las pequeñas, las que reciban el mayor impulso fiscal de esta reforma gracias a la primera rebaja del impuesto de sociedades que se hace en España --se reducirá el tipo impositivo, entre el 2007 y el 2011, del 35% al 30% en el caso de las grandes empresas y del 30% al 25% en el de las pymes--. Además, el Gobierno ha decidido cambiar las ayudas a la investigación y al desarrollo (I+D) porque el sistema anterior no ha dado resultados. Las empresas se beneficiarán ahora de una rebaja del 40% en las cuotas sociales del personal investigador. Las deducciones por gasto en I+D en el impuesto de sociedades bajarán cada año un 3% para pasar, del 20% actual, a cero en el 2012.

El Ejecutivo también aprobó un proyecto de ley contra el fraude fiscal que se centrará en el IVA y el sector inmobiliario.