Tras evitarlo en los Presupuestos del 2017, aprobados en junio pasado; el Gobierno ha decidido finalmente prorrogar de nuevo la vigencia del impuesto de patrimonio, que aporta más de 1.000 millones a las autonomías. Cataluña es la que más recauda con este tributo, con más de 450 millones, ya que en Madrid lo eliminó.

Este gravamen, del que hay pocos ejemplos Europa, como es el caso de Francia, fue suprimido por parte del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, pero lo resucitó en el 2010 dada la caída de ingresos provocada por la crisis. Desde entonces se ha ido prorrogando su vigencia anualmente. Su desaparación estaba prevista para el 2012, pero se ha ido prorrogando anualmente desde entonces.

ALIVIO AUTONÓMICO

La prórroga se incluye en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el 2018 entregado este martes por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, al Congreso. La medida aliviará a las autonomías de régimen común, que habían configurado sus presupuestos para este ejercicio sobre el bien entendido de que habría impuesto de patrimonio pero que no disponían de ninguna evidencia de que finalmente se concretara.

El tributo aportó en el 2016, el último ejercicio del que hay datos oficiales, 1.257 millones de euros en recaudación. Desde su reimplantación en el 2011 más de la mitad de las comunidades autónomas de régimen común han introducido modificaciones en el impuesto orientadas a incrementar su potencial recaudatorio. Una de ellas fue Cataluña, que rebajó el mínimo exento general a 500.000 euros y el elevó tipo de gravamen máximo al 2,75%.

Montoro utilizó a principios de este año no haber prorrogado la vigencia del impuesto del patrimonio en las cuentas del 2017 para presionar a las autonomías. Inicialmente se había incluido en el proyecto de Presupuestos que el Gobierno del PP no logró tirar para adelante. En el segundo intento, aprobado en junio pasado, no incluyó esa prórroga