Como era de prever, los datos que el Banco de España ha obligado a publicar al sistema financiero han demostrado que la exposición de las grandes entidades al sector de la promoción inmobiliaria es menor que el de las cajas, lo que les ha permitido capear mejor el estallido de la burbuja.

De media, los créditos al ladrillo suponen el 14,3% de sus préstamos en España, mientras que la media de las entidades de ahorro es de algo más del 19%. Hay diferencias, claro. El mejor situado con diferencia es el BBVA (8,3%), por delante del Santander (12,6%) y el Popular (13,7%), y aun más lejos de La Caixa (15,5%) y el banco de la fusión de Caja Madrid (19,2%).

Los activos dañados --impagados más los que pueden estarlo en breve-- de los cinco (30,8% del total de financiación a promotores) están más en línea con los del conjunto de las cajas (33,12%). Algo lógico, porque los activos morosos son los más difíciles de sacar del balance, con lo que su peso sobre el total del crédito será menor cuanto mayor sea este.

En este apartado, destaca La Caixa con los activos dañados más bajos (21,8%), por delante del Popular (29,3%), el Santander (35%), el BBVA (35,7%) y Caja Madrid (36,6%). Las cinco entidades, por otra parte, se han quedado con inmuebles por ejecución de hipotecas y para cancelar créditos por valor de 22.642 millones de euros. Un apartado en el que destacan Caja Madrid (7.402 millones) y el Santander (5.396 millones).

BENEFICIOS Los cinco grandes ganaron 14.940 millones de euros el año pasado, apenas el 4,8% menos que en el 2009. Todas las entidades redujeron sus ganancias salvo el BBVA, que realizó hace dos ejercicios el fuerte saneamiento que el resto del sector tuvo que hacer en el año 2010.