Los tres grandes bancos -Santander, BBVA y CaixaBank- tendrán que desvelar a finales de esta semana si todavía quieren participar en la subasta de Novagalicia, teniendo en cuenta que el Gobierno es reacio a conceder más ayudas y que crecen los partidarios de que el grupo gallego acabe en manos extranjeras.

A mediados de este mes, Santander, BBVA y CaixaBank recibieron por parte del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) la invitación formal para participar en la puja y datos claves sobre la entidad fruto de la fusión de las dos antiguas cajas gallegas.

Según han explicado a Efe fuentes financieras, esa información debía servir para que los potenciales compradores de Novagalicia decidan si les interesa la operación y en qué condiciones, lo que deben comunicar al Frob a finales de esta semana.

De ese modo, el organismo público constatará el interés real que suscita el grupo nacionalizado por el que BBVA y CaixaBank estaban especialmente dispuestos a pujar, si bien, según las mismas fuentes, ambos mantenían la esperanza de que el Gobierno concediera alguna ayuda que hiciera más fácil la compra.

Sin embargo, desde mediados de agosto, el ministro de Economía, Luis de Guindos, adelantaba que el Gobierno no pensaba ofrecer un esquema de protección de activos (epa) que cubriese al comprador frente a pérdidas en la cartera de créditos de Novagalicia.

Además, el titular de Economía no creía que antes de la subasta de Novagalicia se aprobara el reconocimiento de los activos fiscales diferidos (DTA por sus siglas en inglés) de la banca como créditos fiscales, algo que haría más fácil la absorción del grupo gallego.

De haberse resuelto este escollo, el comprador evitaría pagar durante años una buena partida de impuestos adelantados en el pasado por Novagalicia, una entidad que ha recibido 9.052 millones de fondos públicos y ha necesitado 802 millones del FGD, que se nutre de las aportaciones de la banca para pagar a sus preferentistas.

Pero en vista de que estas dos peticiones parece que no se van a conceder, el interés de los bancos españoles es ahora menor. Sin embargo, ha aumentado el del fondo estadounidense Guggenheim, para algunos la gran apuesta del equipo directivo de Novagalicia y del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

Hasta hace pocas semanas se descartaba la posibilidad de que un fondo de inversión pudiera adquirir una entidad española, pero la venta al estadounidense Apollo de Evo Banco, filial de Novagalicia, cambió esta percepción.

Por lo general, recuerdan las fuentes consultadas, los fondos buscan grandes rentabilidades a corto plazo, algo aparentemente complicado de lograr con la compra de un banco, lo que acaba poniendo en peligro el futuro de la entidad.

Para evitar que esto ocurra, siempre según las mismas fuentes, el Frob sólo aceptaría la venta de Novagalicia al fondo Guggenheim con el compromiso de que éste adquiera el 100 % de la entidad, mantenga su inversión al menos cinco años y su oferta sea mejor que la de los bancos españoles.

Recientemente, el director general del Frob, Antonio Carrascosa, consideró que la entrada de inversores extranjeros en Novagalicia sería un "espaldarazo" para el saneamiento del sistema financiero, aunque no todos los expertos coinciden.

Son más quienes piensan que una entidad que ha sido nacionalizada y cuyo equipo gestor tuvo años para buscar inversores privados debería acabar siendo absorbida por un grupo bancario con experiencia y que sepa cómo sacarla a flote.

En cualquier caso, la última palabra dependerá del Frob y de quienes finalmente desvelen a finales de esta semana que están dispuestos a comprar Novagalicia.