Si algo ha quedado claro en la actual campaña de presentación de resultados es que las entidades financieras prevén un "año difícil". Por ello, han aprovechado su situación y los beneficios récord del 2007 para engordar su despensa de liquidez y preparar un colchón que palie los efectos de la prevista desaceleración. Los cinco grandes acumulan activos líquidos por valor de 93.500 millones de euros.

La crisis de la hipotecas subprime ha provocado que los bancos de todo el mundo eviten prestarse dinero. Así las cosas, las subastas de crédito del BCE se han convertido en el principal mecanismo para lograr liquidez.

Como en cualquier otro crédito, las entidades deben presentar algún activo como garantía. Las españolas están acumulando estas contrapartidas, además de engrosar las provisiones. No dudan en alardear de liquidez: el Santander dispone de 30.000 millones; La Caixa tiene 25.000 millones; el BBVA, un mínimo de 20.000 millones; el Popular, unos 14.000 millones; y Caja Madrid, más de 4.500 millones.

CONTRAPARTIDAS El BCE no admite como garantía acciones ni préstamos a personas físicas, pero sí activos negociables de renta fija. Por ello, la banca se ha lanzado a convertir sus créditos, en concreto las hipotecas, en contrapartidas válidas. Así, la titulización de activos se disparó el pasado enero un 92,9%, hasta los 13.982 millones. La amplia cartera de contrapartidas de la banca es su cinturón de seguridad.

Pese a todo, la banca resta relevancia a la financiación externa, ya que el 80% de su actividad crediticia la cubre con depósitos. También rechaza las críticas de la prensa británica: el peso de España en las subastas del BCE está en línea con el peso de sus activos (10%), depósitos (13%) y PIB (10%) en la zona euro.