La morosidad es uno de los grandes dolores de cabeza de los autónomos y empresarios, aunque a algunos les pesa más que a otros. Concretamente cuanta mayor dimensión tiene la empresa menor prisa tienen sus gestores para abonar los pagos a los proveedores, tal como constata un informe publicado ayer por la organización de autónomos ATA. Este señala que los días de impago de las compañías con más de 1.000 empleados son casi tres veces superiores a los que acumulan los autónomos. Los impagos acumulados traen malos recuerdos a parte del empresariado español. Muchas grandes compañías resistieron la embestida de la crisis acosta de poner por delante a las más pequeñas, tal como constató en su momento la patronal Cepyme en un informe.

Este denunció que la morosidad fue la causa directa de la desaparición de 61.642 pymes entre el 2007 y el 2012, lo que destruyó unos 600.000 empleos. Las perspectivas no son las mismas hoy en día, pero la disparidad entre grandes y pequeñas persiste. ATA cifra el periodo medio de impago acumulado de las empresas españolas en los 71 días. La media encubre una tendia proporcionalmente ascendente entre más empleados trabajando en la empresa, mayor número de impagos. Los trabajadores autónomos personas físicas pagan a 40 días, aquellos que tienen entre uno y nuevo empleados a 49 y así hasta escalar hasta los 111 días que acumulan de media aquellas compañías con plantillas superiores a los 1.000 empleados.

IMPAGOS / Fuentes del sector atribuyen la persistencia de esta situación de impagos debido a que, pese a existir una ley que obliga a la Administración a pagar a 30 días y al sector privado en un plazo de 60, no existe un régimen sancionador que penalice el impago. La redacción y aprobación final del mismo es uno de los multiples proyectos que quedó varado en el Congreso de los Diputados tras el adelanto electoral.