El conocido como grupo de los 100, que presume de reunir a los economistas de más prestigio de España, pidió ayer una reforma ambiciosa y radical del sistema público de pensiones y aportó cierto dramatismo a su análisis al asegurar que, de lo contrario, la quiebra del sistema está asegurada. La receta va mucho más lejos de lo que hasta ahora han manifestado los partidos políticos de todas las ideologías: tomar en cuenta toda la vida laboral para calcular la prestación, cotizar durante 40 años para tener la pensión máxima (ahora son 35) y no jubilarse antes de los 67 años.

Bajo el patrocinio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) estos expertos han pulsado el botón de la alarma: ahora cuatro trabajadores soportan la carga social de un pensionista, mientras que en el año 2050 la proporción será de uno a uno.

"Los menores de 40 años necesitan seguridad sobre su pensión", afirmó Pablo Vázquez, de Fedea, ya que la propuesta realizada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero "únicamente mejora la sostenibilidad del sistema a medio plazo".

Ante este futuro que pintan incierto, los economistas firmantes --entre ellos Samuel Bentolila, José Antonio Herce, Sergi Jiménez o César Molinas-- apuestan por el sistema sueco de pensiones, que roza la capitalización de las aportaciones que se vayan haciendo durante toda la vida laboral. Según ellos, alargar el cómputo no acarrea una pensión más baja.

UN CALCULO INJUSTO El grupo considera "injusto" que una persona con una larga vida laboral tenga una pensión más baja que otra con una carrera más corta por el hecho de que la primera haya sido despedida al final de la misma, puesto que ahora solo se toman los últimos 15 años para calcular la prestación. Asimismo, descartan subir las cotizaciones y los impuestos para mantener el sistema y no proponen ninguna medida que afecte al mercado de trabajo, por ejemplo, la recomendación de frenar las jubilaciones anticipadas.

Mientras tanto, la comisión del Pacto de Toledo continuó el estudio de los acuerdos y desacuerdos sobre las recomendaciones del Gobierno sin entrar en los temas más conflictivos.

Por su parte, los sindicatos franceses juzgaron ayer insuficientes las enmiendas del Gobierno a la reforma de las pensiones, por lo que convocaron una nueva jornada de paro para el próximo martes, la tercera en un mes, informa Elianne Ros.

CASO FRANCES El Ejecutivo rechaza dar marcha atrás en la prolongación de la edad legal de la jubilación de los 60 a los 62 años y de 65 a 67 años el derecho a la pensión completa, pero accede a que algunas madres de tres hijos y progenitores de disminuidos queden exentos. Accederán a la pensión completa a los 65 años al margen de los años de cotización.