El Gobierno de Mariano Rajoy se ha dado por vencido. El plazo para remitir a la Comisión Europea el borrador presupuestario del 2018 expira este próximo 15 de octubre y consciente de la falta de apoyo político para sacarlo adelante lo que hará es enviar a Bruselas un proyecto sin cambios de política económica, sobre la base de un «crecimiento prudente» que el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha elevado este martes al 3,1%, una décima por encima de lo previsto hace unos meses.

«Evidentemente será un proyecto de presupuestos sin cambio de política económica. Es decir, lo que haremos será proyectar un crecimiento económico muy prudente. Este año ligeramente por encima del 3%. Y el año que viene incluso por debajo de lo que nos han dicho y lo que va incluso dice el FMI, con lo que es el consenso del mercado para que sea extremadamente prudente», explicó al término del Ecofin.

El FMI volvió a situar ayer a España como el país que más crece entre las economías avanzadas. Para este año se espera un crecimiento del 3,1% del PIB, como el borrador del Gobierno, solo una décima por debajo del registrado en el 2016. De cara al 2018, se prevé una desaceleración para acabar el año con una expansión del 2,5%, una décima por encima de la previsión de julio.

Lo que hará el Ejecutivo español en el plan que enviará a Bruselas será «extender el cierre de este año, que esperamos que esté en el 3,1%, a las nuevas cifras del año que viene» y que «llevarán a un déficit público que estará muy por debajo del 3%», anunció el ministro. España ha prometido cerrar el año con un desvío en las cuentas públicas del 3,1% para bajarlo al 2,2% en 2018, por debajo del límite que fija como máximo el Pacto de Estabilidad.

La negativa del PNV a apoyar las cuentas del 2018, como consecuencia de de los acontecimientos en Cataluña, ha obligado al Gobierno de Rajoy a mantener las mismas cuentas aunque Guindos no descarta la posibilidad de actualizarlas durante noviembre o diciembre. «Presentaremos un presupuesto sin cambios de política económica y después actualizamos en función del presupuesto definitivamente aprobado. Es perfectamente factible», explicó.

RELEVO EN EL BCE / Durante su comparecencia Guindos también se refirió al relevo de sillas en el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) y apuntó que la marcha del alemán Wolfgang Schäuble como ministro alemán no resta posibilidades para España. «No tengo la más mínima duda de que el próximo sillón del BCE será para España», aseguró.

«Esto no es una cuestión de personas, es una cuestión mucho más institucional, de planteamiento de países y es una cuestión que va más de quién sea el ministro de Finanzas», añadió, al ser preguntado por si la marcha de su homólogo alemán afecta a las pretensiones de España.

España quiere aprovechar que en mayo del próximo año expira el mandato del portugués Victor Constancio, uno de los vicepresidentes del BCE, para ocupar un asiento en el Comité Ejecutivo de la entidad. Luis de Guindos ha reiterado que no será candidato a ocupar el puesto de presidente del Eurogrupo, una vez que socios del euro decidieron que se elegirá al sucesor del holandés Jeroen Dijsselbloem en su reunión del 4 de diciembre.H