E l Gobierno presentará en septiembre un aumento del techo de gasto para el 2021 sin comparación con el de otros ejercicios, ya que estará «alterado» por la incorporación de fondos europeos, según avanzó ayer la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una entrevista con la agencia Efe.

La ministra advirtió de que «no ha habido ninguna serie histórica que permita comparar» la inyección de recursos por «una cantidad muy importante, que puede estar por encima de los 20.000 millones de euros, procedente de esos fondos europeos». Por eso, instó a analizar «con una mirada distinta» el proyecto presupuestario del 2021, que comenzará en septiembre con la aprobación de una nueva senda de estabilidad y un techo de gasto adaptados a la situación económica derivada de la pandemia.

El proyecto se presentará en el Congreso de los Diputados a finales de septiembre «o principios de octubre», para que su tramitación esté avanzada y los apoyos parlamentarios «bastante acordados» con los grupos políticos cuando se envíe a Bruselas el plan presupuestario, antes del 15 de octubre, dijo Montero.

El objetivo del Gobierno es que las cuentas del 2021 incorporen la primera anualidad de las transferencias del fondo europeo de recuperación -en total son 59.000 millones en tres años del Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia -, lo que alterará el techo de gasto, para iniciar así cuanto antes la implementación de los proyectos.

La ministra confía en «incorporar en el primer año, que es donde necesitamos el estímulo económico, la cantidad de recursos más importante», siempre que sean gestionables por las diferentes administraciones

Para incorporar los 140.000 millones del plan europeo, Montero ve imprescindible contar con «unas cuentas actualizadas» que permitan «despegar al país», por lo que hace un llamamiento «a todas las fuerzas políticas, pero sobre todo al Partido Popular» para que apoyen los presupuestos.

Junto con el presupuesto, el Gobierno actualizará sus previsiones macroeconómicas con los últimos datos disponibles, con el objetivo de lograr una estimación «razonable» que se actualizá a lo largo del año si hay cambios «definitivos» en los indicadores para tener «una foto lo más ajustada posible a la realidad».

Así, y a falta de conocer la evolución de la recaudación en el segundo semestre, la ministra prevé que el déficit público cierre este año «algo por encima» del 10,38 % del PIB que se comunicó a Bruselas en abril.