La Agencia Tributaria, en colaboración con otras administraciones europeas, ha desmantelado una trama de fraude con el IVA por importe de unos 300 millones de euros protagonizadas por firmas del sector de componentes electrónicos. Estas, mediante entramados societarios, distribuyen los artículos sin el impuesto, cuya devolución luego sí que reclaman.

La práctica, que aprovecha la regulación de las transacciones entre países comunitarios --que no está gravado--, es conocida como fraude del carrusel. Las operaciones, realizadas entre junio y enero pasados, han provocado el embargo de más de 250 inmuebles y el bloqueo de varias cuentas. En la última de las actuaciones, se registró una distribuidora de material electrónico radicada en Holanda.

Esta sociedad había facturado 1.200 millones en los últimos 10 años, la mayoría a sociedades interpuestas, conocidas como truchas, y que distribuían sin IVA la mercancía. El fraude en España asciende a unos 140 millones y en otros países europeos, a 160 millones.