La Agencia Tributaria espera recibir este año más de 18,5 millones de declaraciones sobre la renta del 2007, 870.000 más que el año pasado, y eso a pesar de que la nueva normativa del impuesto ha elevado a 7 millones el número de personas no obligadas a declarar. Del total de declaraciones, alrededor de un millón corresponden a inmigrantes y se calcula que hay otros 700.000 sujetos a retención, pero no obligados a declarar, según afirmó ayer el director de la Agencia Tributaria, Luis Pedroche.

Esta será la primera declaración de la renta que se presenta con el nuevo IRPF, reformado por el anterior Gobierno socialista y que, según los cálculos de Hacienda, supone un ahorro medio del 6% para el conjunto de los contribuyentes. También será la última declaración del impuesto sobre el patrimonio, después de que el Ejecutivo haya anunciado la desaparición de este tributo con efectos desde 1 de enero del 2008. La anulación de este impuesto beneficiará a 1.050.000 contribuyentes.

La campaña para presentar la renta se abre el 2 de mayo, hasta el 30 de junio (el 23 de junio, para las declaraciones positivas y que domicilien el pago).

BORRADORES En realidad, la campaña arrancó el 1 de abril, cuando se abrió el plazo para confirmar el borrador de declaración remitido por la Agencia Tributaria. Ya se han confirmado 1.033.606 borradores y se han devuelto 278 millones de euros a 489.772 contribuyentes.

Este año ha desaparecido la fórmula de la devolución rápida que, en ejercicios anteriores, servía para anticipar las cantidades a contribuyentes no obligados a declarar pero a los que se les habían retenido cantidades en exceso. Estos, en teoría, ya han recibido el borrador.

Tres de cada cuatro declaraciones resultarán a devolver, por un total de 11.425 millones de euros (804 euros de media).

La principal novedad del impuesto reside en su tarifa --de cuatro tramos, entre el 24% y el 43%--, en unos mínimos personales más altos (de 5.050 euros, con carácter general, creciente a partir de 65 años y para discapacitados) y unas deducciones por hijo de entre 1.800 y 6.300 euros anuales. La reducción por rentas del trabajo se sitúa entre 2.600 y 4.000 euros. Además, todos los rendimientos de capital tributan de forma separada, al 18%. La deducción por compra de vivienda se mantiene en el 15% de las cantidades aportadas, sobre un máximo de 9.015 euros.