Lo prioritario es cobrar. El método empleado por la Agencia Tributaria para reclamar a los titulares de 3.000 cuentas en el HSBC de Suiza facilita la presentación de declaraciones complementarias (extemporáneas), lo que evita las sanciones y la imputación de un delito fiscal. Eso es lo que se desprende de las cartas enviadas a los implicados. Algunas están firmadas a mediados de mes por los responsables de gestión regional correspondientes. "Lo más lógico es declararlo con los intereses de demora correspondientes. Así se regulariza la situación tributaria sin un coste demasiado elevado, ya que se paga por los rendimientos obtenidos, que tributan al 18%", afirman los expertos.

Las misivas comunican a los implicados el "inicio de un procedimiento de gestión tributaria que tiene por objeto el control del cumplimiento de las obligaciones formales". Aunque se deja abierta la puerta a la sanción, esta es la vía que facilita la recuperación de deudas sin estas penalizaciones ni el inicio de un procedimiento de comprobación e inspección que puede desembocar en la imputación de un delito fiscal (cuota defraudada superior a los 120.000 euros).

El jueves prescriben las infracciones tributarias correspondientes al ejercicio del 2005, uno de los que se reclama. En esos casos, se mantiene la posibilidad de iniciar un procedimiento por delito fiscal, ya que el plazo de prescripción en vía penal es de cinco años en vez de los cuatro de la vía administrativa.

SORPRESA Distintos colectivos de la Administración Tributaria han manifestado su sorpresa por la vía empleada, que contrasta con las propuestas de liquidación con recargo que suelen llevar las reclamaciones de cantidades más pequeñas. En el expediente de las cuentas en el HSBC, la cantidad mínima para poder ser cliente es de 1,26 millones de dólares.