Seis exbanqueros centrales han criticado abiertamente el paquete de estímulos aprobado por el Banco Central Europeo (BCE) en septiembre, sumándose a las opiniones expresadas en las últimas semanas por los presidentes de los bancos de Francia, Alemania, Austria y Países Bajos. En una carta enviada a los medios, los exbanqueros alertan de que están observando «con una preocupación creciente» las decisiones que está adoptando el BCE.

El documento está firmado por los exmiembros del BCE Ottmar Issing y Juergen Stark, que formaron parte del comité ejecutivo de la autoridad entre 1998 y el 2006 y el 2006 y el 2011, respectivamente; así como por el exgobernador del banco central de Austria Klaus Liebscher, el expresidente del Bundesbank Helmut Schlesinger, el exgobernador del banco central de Países Bajos Nout Wellink y el antiguo subgobernador del Banco de Francia Herve Hannoun.

El exgobernador del Banco de Francia Jacques de Larosier no figura como firmante de la carta, aunque el documento asegura que comparte las opiniones de sus colegas.

«En los últimos años, el BCE ha alterado de facto la definición inicial de estabilidad de precios al considerar que una tasa de inflación del 1,5% es inaceptable», han criticado los banqueros, tras asegurar que en 1998 se definió la estabilidad de precios como que la inflación anual de la eurozona estuviera por debajo del 2%.

También se han mostrado en contra de la decisión del BCE de situar el tipo de interés de facilidad de depósito en territorio negativo desde hace cinco años. «El BCE justificó en el 2014 su política ultraexpansiva, esencialmente por la amenaza de la deflación. Sin embargo, nunca ha habido un peligro real de una espiral deflacionaria», apostillan.

«El BCE ha entrado en el territorio de la financiación monetaria del gasto de los gobiernos, lo que está estrictamente prohibido por el Tratado [de la Unión Europea]», han afirmado.