Concepción López trabaja como encuestadora. Tiene 42 años, reside en Madrid y no le gusta su trabajo. Sobre todo, porque lo que realmente sabe hacer son sombreros, como su padre y su abuelo. Quiere montar un negocio y no le asustan demasiado los trámites. Además, domina el negocio: "Lo conozco desde pequeña, tengo ideas, contactos, material...". Pero tiene un problema: "Lo difícil es encontrar el dinero. En cuanto te das de alta, empiezas a pagar, aunque no tengas clientes". No ha encontrado ayudas. Lleva dos meses dándole vueltas. Ha hecho un curso con la federación de autónomos ATA para aprender a hacer un plan de empresa porque "es lo primero que te piden cuando solicitas una ayuda". Al final, "he tenido que hipotecar la casa", comenta.