A pesar de las advertencias de algunas entidades de estudios del sector turístico, como Exceltur, sobre el peligro de sobreoferta en muchos destinos españoles, el ritmo de promociones de nuevos hoteles se mantiene muy fuerte. Para este año están proyectadas obras para poner en el mercado español 100.000 habitaciones más. Es una cifra que impresiona, pero que está por debajo de las 112.000 proyectadas en el 2003, o de las 130.000 del récord del 2002. Además, varios de estos proyectos, que deberían ser realidad en un plazo de tres o cuatro años, pueden quedarse en el tintero, pero son una minoría.

El incremento de la oferta hotelera ha hecho caer la rentabilidad de muchos de estos establecimientos y, a pesar de ello, el interés de empresas inmobiliarias para participar en proyectos de nuevos establecimientos sigue siendo muy alto y la entrada de capital procedente de otros sectores también se mantiene.

Por contra, las grandes cadenas hoteleras españolas, que han pasado tres años muy difíciles, han decidido apostar con fuerza por destinos del exterior, normalmente con contratos de gestión de hoteles más que como propietarios, para intentar buscar fuera una clientela que empieza a renunciar a la oferta española de sol y playa.

Para Jordi Frigola, senior vicepresidente de la consultora Jones Lang LaSalle Hotels, una explicación es que "hay mucho dinero para invertir en el sector hotelero, pero los puntos de compra con interés cada vez son más limitados y los grandes inversores buscan un hotel bien ubicado, con un operador internacional que los gestione".

En lo que llevamos de año se han realizado más de media docena de grandes transacciones en España, de importe superior a los siete millones de euros, que suman en conjunto un movimiento de 308 millones de euros. Algunas de las mayores operaciones las han hecho cadenas internacionales, que hasta hace pocos años prácticamente no crecían en España. Una de las más activas es la francesa Accor.

Pero la mayoría de las compras y transacciones de hoteles en funcionamiento en España las protagonizan inversores locales, entre los que ha destacado en los últimos tiempos Amancio Ortega, de Inditex (Zara), con la ampliación de su parte en el Hotel Arts de Barcelona.

EXPLICACIONES DEL AUGE Albert Grau, consultor de Mazars Turismo, explica que el auge de la inversión y la construcción de hoteles en España en los últimos años se debe a varias causas. En primer lugar al "desarrollo del sector hotelero urbano" a partir de la recuperación económica de finales de los 90, con nuevos clientes de empresa y de convenciones y reuniones, así como un nuevo turismo urbano. Otra razón ha sido "la identificación de nuevos segmentos de demanda", que ha facilitado la promoción de establecimientos económicos en el extrarradio de las ciudades, resorts y hoteles de golf y hoteles de interior. También ha pesado, afirma Grau, "la renovación del producto hotelero de sol y playa", el grueso de cuya planta se construyó en las décadas de los 70 y 80. Y un elemento muy a tener en cuenta son los buenos resultados obtenidos en la gestión de hoteles entre los años 1998 y 2001.