"Mi padre me ha pedido un autógrafo". "El mío, que busque en Google quién eres antes de venir". "Usted forma parte de mi vida infancia". Así se presentaron ante Felipe González, en un coloquio en Barcelona, nueve jóvenes que han creado empresas de éxito. La mayoría fueron proyectos embrionarios que pasaron por las instalaciones de Barcelona Activa. La relación de ésta con el expresidente viene de lejos.

A mediados de los 80, con Felipe González en el Gobierno y España a punto de ingresar en la UE (entonces CEE), con crisis --ya entonces-- y paro, el alcalde Pasqual Maragall impulsó en la antigua fábrica de Olivetti un centro que se llamó (erróneamente) hotel de industrias. Luego, vivero de empresas. Hoy, incubadora. Es Barcelona Activa. Se dijo que era para formar parados, error subsanado luego: acompañaría a quien tuviera una idea empresarial.

González habló poco ("me contengo porque quiero escuchar") y se expresó muy claro: "Quiero volver". La razón: "En 1996, mi tribu ideológica me pidió un análisis de lo que estaba pasando, la globalización. Recorrimos medio mundo, y entre los sitios visitados, en el 2000, vinimos a Barcelona Activa. Hoy veo resultados".

Nueve jóvenes, con toda la gama de vestuario y el trato mezclado del tú y el usted. Sueltos en el vocabulario, sobre todo el inglés, comedidos en los gestos. Y un catálogo de sueños que se van concretando. Hilo conductor: buen producto siempre ligado a nuevas tecnologías, pocos empleos aquí, y expansión internacional sin límites. El reto fue explicar su empresa.

Cristina Quiles (Neuroscience Technologies) investiga cómo paliar el dolor en diabetes y ciática. Francesc Tarongí (Enertika) diseña modelos de ahorro energético. Ignasi Belda (Intelligent Pharma) busca cómo acelerar los procesos de creación de nuevos fármacos. Ana Maiques (Starlab) dice ser economista "pero en realidad hago de comercial de mi marido, físico y matemático por Berkeley". Desarrollan un casco con electrodos para estudiar la epilepsia. Marc Bonavía (Sit Mobile) crea programas para mejorar la movilidad de las empresas.

El más joven, 23 años, dice con desparpajo: "A los 17 años decidí con otro amigo desarrollar un sistema (EyeOs) de almacenamiento virtual para acceder a las informaciones desde cualquier parte". Le siguen de cerca Microsoft y Google. Juan Carlos Riveiro (Gigle) trabaja para la conectividad dentro de casa, "sin cables ni manuales incomprensibles". Aquí el expresidente casi aplaude. Y finalmente, Guillaume Balas (3Scale) y André Vanyi-Robin (Bestv) cuentan sendos proyectos, vinculados uno a la accesibilidad de las empresas a bancos de datos y el otro a servicios para TDT.