Más de 10.000 trabajadores de la fábrica principal de Volkswagen, situada en la sede central del grupo alemán en Wolfsbourg, iniciaron ayer un paro técnico por los problemas de suministro que provoca la huelga del sector del metal en Alemania Oriental.

La falta de componentes ha obligado a VW a suspender la producción de los modelos Lupo y Golf por primera vez desde 1984, según informó la compañía. El parón supone que se dejarán de producir unos 20.000 coches al día entre los dos modelos afectados.

La filial española de VW, Seat, también puede ver alterada su producción por falta de suministro de motores fabricados en Alemania. Por ahora, la planta de Martorell (Barcelona) obtiene los motores de otras instalaciones de VW no afectadas por el conflicto laboral y ha dado preferencia al montaje de modelos equipados con otras piezas.

SKODA, A LA ESPERA

Las plantas de Skoda, que también es filial de VW, en la República Checa pararán la producción de los modelos Octavia y Fabia la próxima semana si sigue la huelga. La movilización convocada por el sindicato IG Metall para reclamar la reducción de la semana laboral de 38 horas a 35 también ha afectado a BMW, que tiene a otros 10.000 empleados en paro técnico. IG Metall y la patronal metalúrgica se reunirán hoy en Berlín para buscar una salida a la crisis.