La IATA ya ha iniciado un plan de rebaja de costes que se traduce en el impulso de los billetes electrónicos, la autofacturación por parte de los pasajeros y las tarjetas de embarque con código de barras. Sólo la eliminación de los billetes impresos en papel, que está prevista de forma generalizada a partir del 2007, suprimirá costes por un importe de 2.300 millones de euros.

Los billetes electrónicos son un elemento distintivo de las aerolíneas de tarifas bajas. Las grandes compañías tradicionales también los están implantando, al igual que otras medidas, como las comidas de pago.