Si no se resuelven de forma rápida y definitiva los problemas del sistema energético y se le dota de un marco regulatorio "estable", las empresas del sector se verán abocadas a llevar sus inversiones a otros países. Esta es la advertencia que Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, lanzó ayer al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. "No me sorprende que nuestros colegas digan que reducen inversiones", sentenció. En una rueda de prensa previa a la junta de accionistas que se celebró ayer en Bilbao, Galán defendió que el sector energético puede ser, junto a los de las telecomunicaciones y las infraestructuras, una "potente palanca" para la recuperación económica y del empleo, y la creación de un nuevo modelo económico más productivo. Pero para lograrlo, apostilló el presidente de Iberdrola, es necesario aumentar la estabilidad regulatoria, avanzar en la liberalización del sector y, sobre todo, solucionar el déficit de tarifa (diferencia entre gastos e ingresos obtenidos por distribuir electricidad bajo precios regulados).