Iberdrola, la segunda eléctrica española, y los sindicatos firmaron ayer el expediente de regulación de empleo (ERE) para el periodo 2002-2006 diseñado por la empresa y que afectará a 3.168 empleados mayores de 58 años. Los afectados cobrarán el 90% de su salario neto en activo.

Los prejubilados suscribirán un convenio especial con la Seguridad Social hasta los 65 años, por el que hasta que cumplan 61 años será la empresa la que pagará las cotizaciones, y a partir de esa edad, si el trabajador no quiere jubilarse anticipadamente, deberá pagarse esas cuotas para obtener su pensión íntegra.

Paralelamente, la dirección de Iberdrola incorporará a su plantilla a 650 nuevos profesionales jóvenes y mantendrá un plan de bajas incentivadas.