El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha propuesto un 'mix' energético alternativo para 2020 al contemplado por el Gobierno en el que se alcanza el objetivo de reducción de un 20% de las emisiones de CO2 mediante un recorte del 20% tanto en los costes como en las inversiones con respecto al modelo actual.

El 'mix' propuesto pasa por mantener la potencia actual de ciclos combinados de gas, por elevar en 14.000 megavatios (MW) la de eólica (hasta 34.000 MW), por mantener en unos 8.000 MW la nuclear y por elevar en 3.700 MW la hidráulica (hasta 17.900 MW).

En cuanto a las tecnologías solares, la fotovoltaica incorporaría 1.000 MW nuevos hasta 2020, mientras que la termosolar se quedaría con los 1.200 MW que se desarrollan en la actualidad. Mientras, la cogeneración sumaría 3.400 MW y la biomasa y la minihidráulica, 1.700 MW.

La foto final consiste en un 'mix' de producción con una contribución similar de las energías térmica (24%), eólica (21%) y nuclear (18%), y en menor medida de la hidroeléctrica (12%) y solar (5%). El 20% restante correspondería a cogeneración y biomasa.

Para alcanzar este escenario serían necesarias inversiones por más de 36.000 millones de euros en nueva capacidad, lo que supone unos 20.000 millones menos que las previstas en el plan energético diseñado por el Gobierno.

Con motivo de su investidura como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Salamanca (USAL), Sánchez Galán ha asegurado que se mantendrían o crearían, además, cientos de miles de empleos estables, dado que la mayor parte del esfuerzo inversor se destinaría a industrias españolas, al apostar por tecnologías con un fuerte componente de contribución nacional.

En su intervención, el empresario salmantino también se ha referido a que el sector de la energía invierte alrededor de 15.000 millones de euros anuales en España, que son destinados al desarrollo de infraestructuras "muy relevantes" para la competitividad del país.

Además, según sus datos, genera "un elevado número" de empleos altamente cualificados, llegando a 400.000 la cifra de personas que trabajan actualmente en el sector. Se une a ello, el efecto "tractor" para la industria española, ya que hace compras a fabricantes y suministradores por un valor de 40.000 millones de euros anuales.

ESTABILIDAD

Junto a esto, el presidente de Iberdrola ha manifestado que "hace falta estabilidad" en la normativa energética para tener "los objetivos claros" y "hacer las cosas bien".

Según ha apuntado el empresario, se trata de un sector "importantísimo" y que "en tiempos de dificultades" precisa tener las "metas claras" para encontrar el capital que permita la inversión de 70.000 millones de euros prevista para antes del año 2020.

Entre los asistentes al acto se ha podido ver al expresidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra; el exministro Angel Acebes; el delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo; los consejeros de Educación y Economía de la Junta de Castilla y León, Juan José Mateos y Tomás Villanueva; y la presidenta de las Cortes de Castilla y León, María Josefa García Cirac, entre otras personalidades.

MODELO MAS BARATO

Durante su intervención, Sánchez Galán se ha referido a un modelo energético para 2020 que sería más barato, más sostenible, con menos emisiones y creador de más empleo, según sus perspectivas.

Sánchez Galán ha estimado, además, unas necesidades de inversión de más de 19.000 millones de euros en las redes de distribución, tanto para llevar a cabo las inversiones recurrentes como para desarrollar las redes inteligentes.

Este esfuerzo debe venir acompañado además de inversiones de 11.000 millones para las redes de transporte de electricidad, las interconexiones con los países vecinos y la evacuación de la energía de las nuevas instalaciones renovables que se construyan.

La intención, ha recalcado es que la energía resulte más barata, pues actualmente tiene una factura eléctrica un 11 por ciento superior a la media de la Unión Europea (UE), según datos del primer semestre de 2011 facilitados por Eurostat.

RENOVABLES

El español, ha explicado, es hoy uno de los sistemas europeos en los que el apoyo a las renovables supone un mayor coste por MWh (22 euros), frente a menos de 11 euros en Alemania, 3,3 euros en Reino Unido o poco más de 1 euro en Francia.

Además, el crecimiento exponencial de las primas al régimen especial, sobre todo a las solares fotovoltaicas y térmicas, unido al mantenimiento de las tarifas de suministro oficiales sin reconocimiento de dichos incrementos de costes, "ha generado un déficit de tarifa que es equivalente ya al 2% del PIB".

"CUESTION DE ESTADO"

Por todo ello, Sánchez Galán pretende que la política energética sea una "cuestión de Estado" con el diseño de una estrategia para el sector "clara y estable". Así, cree esencial que se realice una planificación completa y detallada, con visión de largo plazo y que adopte decisiones sobre las distintas tecnologías de generación desde el punto de vista de la seguridad del suministro, la competitividad y el impacto medioambiental.

Por otra parte, ha apuntado cinco objetivos para este nuevo modelo, como la garantía de suministro, con el fin de asegurar la cobertura de la demanda; la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero; la eficiencia económica, tanto en inversión como en costes, que mejore la competitividad; la reducción de la dependencia exterior y la contribución al crecimiento de la economía española, "ya que este modelo puede y debe tener un impacto positivo sobre la balanza comercial, el desarrollo industrial y la creación de empleo".