Iberia ha tomado la decisión de congelar los salarios de sus 26.000 trabajadores durante tres años e iniciar una fuerte reducción de plantilla que afectará a todas las áreas, incluida las tripulaciones de los aviones. Tras cuatro largos meses de trabajo y un intento de acuerdo fallido, 150 directivos de Iberia lograron ayer dar fumata blanca al nuevo plan director que regirá la estrategia de Iberia del 2006 al 2008 para ahorrar 600 millones de euros. El eje del documento, que incluye 230 medidas, es dar "prioridad al saneamiento de la red frente al crecimiento" de la compañía.

El recorte de plantilla irá paralela a una reorganización y a la eliminación de prácticas obsoletas. El plan recuerda que la productividad y costes de los vuelos "tenderán a equipararse" a los que presentan los competidores de Iberia, principalmente las líneas de vuelos baratos. Los sindicatos estudiarán "con calma" el plan, pero ven difícil aceptar la congelación salarial mientras haya beneficios.