Las bolsas europeas desoyeron ayer las buenas previsiones del Banco Central Europeo (BCE) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la inmensa mayoría retrocedió. Solo el mercado español optó por ir a contracorriente y subió ligeramente en solitario, después de tres sesiones consecutivas de recogidas de beneficios.

El Ibex 35 creció el 0,17% y recuperó el nivel de los 11.000 puntos. En el resto de Europa, los inversores siguieron aprovechando los actuales niveles de precios de algunos valores para deshacer posiciones, realizando parte de las plusvalías latentes de sus carteras. Por ello, las bolsas apenas reaccionaron a las mejores perspectivas que sobre el PIB, tanto de EEUU como de Europa, publicaron la OCDE y el BCE. La autoridad monetaria europea, por otra parte, cumplió con las previsiones al mantener los tipos en el 1%.

El tono positivo de Wall Street tampoco sirvió para que los mercados de renta variable europeos registraran alzas. El mercado neoyorquino respondió con alzas al dato del ISM del sector servicios, que resultó por encima de lo que esperaban los analistas (48,4 puntos) y a las cifras de ventas minoristas que ya publican las principales cadenas del país y que presagian que será mejor de lo previsto.

La española fue la única bolsa europea que ganó en la sesión, aunque solo hasta los 11.018 puntos. Dentro del Ibex, Bankinter y REE fueron los más bajistas, con descensos del 2,76% y del 2,48%, respectivamente, contrastando con las subidas de Técnicas Reunidas y de Iberdrola Renovables, que ganaron el 2,61% y el 1,88%. Telefónica (-0,2%) e Iberdrola (-0,32%) perdieron terreno, mientras que Repsol, BBVA y Santander subían menos del 1%. Fuera del selectivo, Urbas cayó el 5,47% y Renta Corporación, el 4,47%. Del lado de las compras destacaron Reyal Urbis (+9,74%) e Inbesós (+6,25%). En Europa, las mayores ganancias se las llevó Fortis (+5,66%). Volkswagen cedió un 4,2%.