La bolsa española bajó hoy el 3,37 por ciento, la mayor caída desde mediados de agosto pasado, y perdió el nivel de 14.000, afectada por estadísticas que señalan la cercanía de la recesión en Estados Unidos y por la caída de la banca ante los malos resultados de Citigroup.Así, el principal índice del mercado nacional, el Ibex-35, cayó 486,70 puntos, equivalentes al 3,37 por ciento, y acabó en 13.945,20 puntos, nivel similar al registrado a mediados de septiembre pasado y que implica un descenso acumulado del 8,15 por ciento en las diez sesiones celebradas este ejercicio. Además, del Ibex, que liquidaba en esta sesión todas las ganancias acumuladas el año pasado, el 7,32 por ciento, el índice general de la Bolsa de Madrid bajó el 3,25 por ciento, mientras que el Ibex Small Caps cayó el 3,98 por ciento y el Ibex Medium, el 3,15 por ciento.

En Europa, con el euro a 1,483 dólares, Londres bajó el 3,06 por ciento; París, el 2,83 por ciento; Milán, el 2,3 por ciento, y Fráncfort, el 2,14 por ciento.

Evolución negativa durante el día

La bolsa española empezó el día con pérdidas moderadas al seguir la estela de las plazas europeas, que desconfiaban del rebote del mercado estadounidense en la víspera, cuando subió el 1,3 por ciento. Las declaraciones del presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, sobre el crecimiento del 2 por ciento de la economía europea este año no animaron a los inversores, que tampoco recibían con agrado los datos del IPC español, que acabó el ejercicio pasado en el 4,2 por ciento (en Italia en 2,6 y en el Reino Unido en el 2,1 por ciento). Pese a la caída de la confianza inversora germana en diciembre -índice ZEW- a niveles de tres lustros atrás y a que el petróleo Brent rondaba 93 dólares por barril, la bolsa intentaba aferrarse al nivel de 14.300 puntos.

Las cosas empezaron a complicarse después del mediodía, cuando los futuros estadounidenses iniciaban un pronunciado descenso, lo que coincidía con el anuncio de Citigroup de que su beneficio anual se redujo el 83 por ciento tras registrar unas pérdidas de 9.800 millones en el último trimestre. Además dijo que despedirá a 20.000 trabajadores, iniciativa que también anunciaron algunas empresas tecnológicas, como Nokia. La situación se agravó con el descenso del 0,4 por ciento de las ventas minoristas estadounidenses y de la actividad manufacturera en el estado de Nueva York en diciembre, lo que fue interpretado como un signo de desaceleración y de proximidad de la recesión.

Estas estadísticas provocaron la subida del euro por encima de 1,49 dólares, aunque con posterioridad se aproximaría a 1,48 unidades, y la caída del petróleo a menos de 91 dólares, además de incrementar las pérdidas de las plazas europeas -el Ibex rompía el soporte de 14.040 puntos una hora antes del cierre- y de Wall Street, que cedía el 1,7 por ciento al cierre español.

Los principales valores también se resienten

Banco Santander cayó el 3,85 por ciento; Repsol, el 3,56 por ciento; BBVA, el 3,4 por ciento; Iberdrola, el 3,09 por ciento y Telefónica, el 1,93 por ciento.

Inditex registró el mayor descenso del Ibex, el 8,83 por ciento, seguida de Sacyr, que cedió el 7,94 por ciento afectada por la disposición de Eiffage a solucionar sus problemas en los tribunales, en tanto que Bankinter cayó el 7,68 por ciento, perjudicado por un informe negativo. Con pérdidas comprendidas entre el seis y el siete por ciento se situaron Ferrovial (6,51 por ciento) y FCC (6,1 por ciento), mientras que entre el cuatro y el cinco por ciento acabaron Banesto (4,97%); Banco Popular (4,24%); ACS (4,17%) y Mapfre (4,12%). Una docena de compañías perdieron entre el tres y el cuatro por ciento: Banco Sabadell; Banco Santander; Grifols; Cintra; Telecinco; Repsol; BBVA; Red Eléctrica; Bolsas y Mercados Españoles; Abertis; Acerinox e Iberdrola.

Sólo subió una compañía, Aguas de Barcelona, el 0,07 por ciento, en tanto que las menores pérdidas correspondieron a Sogecable y Altadis, con un retroceso del 0,04 por ciento.

En el mercado continuo destacó la caída de Sol Meliá, el 9,62 por ciento, mientras que de las quince compañías que acabaron con ganancias Nicolás Correa se situó en primer lugar al subir el 5,85 por ciento.

La rentabilidad de la deuda española a largo plazo subía una centésimas y se situaba en el 4,22 por ciento, en tanto que el efectivo negociado se situó en 6.842 millones de euros, de los que algo más de 1.100 procedieron de operaciones pactadas por inversores institucionales.

Todos los sectores del mercado madrileño bajaron: materiales básicos, el 4,41 por ciento; servicios financieros, el 3,63 por ciento; petróleo, el 3,3 por ciento; servicios de consumo, el 3,24 por ciento; bienes de consumo, el 3,29 por ciento, y tecnología, el 1,94 por ciento.