A pesar de las inyecciones de dólares efectuadas por los mayores bancos centrales del mundo, la bolsa española bajó hoy el 0,28 por ciento y registró otro mínimo anual (10.631,60 puntos), afectada nuevamente por el retroceso del sector financiero estadounidense. De esta manera, el principal indicador del mercado nacional, el Ibex-35, cayó 29,80 puntos, el 0,28 por ciento, hasta 10.631,60 puntos, con lo que acumula un retroceso en este ejercicio del 29,97 por ciento y se sitúa en niveles de finales de diciembre de 2005.

En Europa, con el euro en 1,438 dólares, París bajó el 1,06 por ciento; Milán, el 0,99 por ciento; el índice Euro Stoxx50, el 0,59 por ciento; Londres, el 0,58 por ciento, mientras que Fráncfort subía el 0,04 por ciento.

Buen inicio...

A pesar de la caída del 4 por ciento de Wall Street en la sesión anterior, la bolsa española empezó sobre el nivel de cierre de la víspera y sin saber qué rumbo tomar. Sin embargo, el anuncio de que los seis mayores bancos centrales del mundo iban a intervenir en el mercado monetario mediante el préstamo de dólares -inyectarían hasta 180.000 millones- a corto plazo animó a la bolsa.

Con la compra de Halifax por Lloyds por 12.200 millones de libras y la recuperación de la banca, la bolsa fue despegando poco a poco, aunque, a medida que se anunciaba la afluencia de los dólares de los bancos centrales, la moneda estadounidense se depreciaba y el petróleo se encarecía. De esta manera, el euro pasaba de 1,43 dólares en la apertura a 1,45 dólares a las dos de la tarde, en tanto que el crudo Brent subía de 94 a cerca de 100 dólares por barril.

Con el apoyo de los futuros sobre índices estadounidenses, que auguraban la apertura al alza de Wall Street, el mercado español subía hasta 10.850 puntos, nivel que no conseguía superar.

Con el aumento de las solicitudes semanales de subsidios de desempleo en los Estados Unidos, de 445.000 a 455.000, y el descenso de los futuros estadounidenses, el mercado estuvo a punto de incurrir en pérdidas al bajar hasta 10.650 puntos. Las ganancias de Wall Street en la apertura, que fueron incrementándose gracias a la mejora de la actividad manufacturera estadounidense en septiembre y a pesar de la caída de los indicadores adelantados de agosto el 0,5 por ciento, acercaron a la bolsa hasta 10.800 puntos.

Al final de la sesión, el mercado neoyorquino reducía notablemente sus ganancias por la caída de los bancos y tecnológicas, el petróleo descendía a 95 dólares, el euro a 1,44 dólares y las bolsas europeas se abonaban a las pérdidas lastradas por las financieras y compañías energéticas.

Telefónica se salva

De los grandes valores sólo subió Telefónica, el 0,71 por ciento. Iberdrola perdió el 1,29 por ciento; BBVA, el 1,06 por ciento; Banco Santander, el 0,4 por ciento, y Repsol, el 0,37 por ciento. OHL, por causas que la empresa desconoce, encabezó las pérdidas del Ibex con un descenso del 10,27 por ciento, mientras que Gas Natural bajó el 5,39 por ciento; Iberia, el 3,48 por ciento; Abengoa, el 3,04 por ciento, y Enagás, el 3 por ciento.

Los bancos medianos se salvaron de la quema de última hora y Bankinter encabezó las ganancias del Ibex con una subida del 6,03 por ciento, mientras que Ferrovial rentabilizó por fin la venta de un aeropuerto londinense y ganó el 5,14 por ciento, en tanto que FCC subió el 4,41 por ciento y Banco Popular, el 2,74 por ciento.

En mercado continuo destacó la caída de Vocento, el 13,27 por ciento, mientras que Inmobiliaria Colonial cedió el 12,50 por ciento. Jazztel logró la mayor subida del continuo, el 6,25 por ciento.

En el mercado secundario de deuda, la rentabilidad del bono español a diez años subía nueve centésimas y se situaba en el 4,6 por ciento. El dinero negociado en el mercado continuo ascendía a 5.383 millones, de los que algo más de 1.150 procedían de operaciones concertadas entre inversores institucionales.