Las pérdidas se extendieron ayer por las bolsas europeas replicando los nuevos temores sobre la economía griega. Sólo la bolsa española se salvó de la quema y, después de navegar entre pérdidas durante la primera parte de la mañana, se entregó a las ganancias impulsada, sobre todo, por el sector financiero.

El Ibex 35 cerró con una ganancia del 0,28% y acabó al borde de 11.200 puntos. En Europa, Milán cayó el 0,84%; París, el 0,67%; el índice Euro Stoxx 50, el 0,49%; Fráncfort, el 0,48%, y Londres, el 0,32%. Ni siquiera la apertura en negativo de Wall Street sirvió para llevar al Ibex al terreno de las pérdidas, ya que volvía a subir con el empuje de la banca y la recuperación del precio del crudo. El barril de petróleo Brent se situó en el entorno de los 85,63 euros y el euro cotizó a 1,33 dólares.

Entre los valores de la banca subieron sobre todo el Popular (el 3,38%) y el BBVA, que ganó el 3,04% animado también por las buenas previsiones económicas de México. Banesto avanzó el 2,13% y el Santander lo hizo el 0,34%.

Excepto Telefónica, que bajó el 0,73%, y Repsol, el 0,08%, el resto de los grandes valores subió. Gamesa destacó al frente de los avances, con una revalorización del 7,89%. La empresa española siguió la estela alcista que marca el líder mundial del sector, Vestas. La compañía con sede en Dinamarca subió el 7,5% en bolsa después de recibir su octavo pedido de aerogeneradores en apenas un mes.

En España, además, el sector de la construcción se vio favorecido por el anuncio del nuevo plan de infraestructuras del Ministerio de Fomento. Acciona ganó el 2,59%; Ferrovial, el 1,4%; y ACS, el 0,35%, si bien FCC retrocedió el 1,43% en su cotización.

La rentabilidad de la deuda pública española a largo plazo se mantuvo en el 3,88%, en tanto que el efectivo negociado en el mercado continuo se situaba en 4.070 millones, de los que algo más de 1.600 procedieron de operaciones de inversores institucionales.