El presidente del Instituto de Empresa Familiar (IEF), Simón Pedro Barceló, evitó ayer decir si los fracasos empresariales de Díaz Ferrán deberían obligarle a dejar la CEOE. Solo relató cómo funciona el IEF: si una empresa entra en concurso de acreedores debe darse de baja. Así, en un caso como el de Díaz Ferrán, Barceló tendría que dimitir. "Nuestra empresa habría sido dada de baja del IEF y yo no podría ser presidente", explicó.